- Tras amenazar ayer con denunciar a Astrazeneca por retrasos en el envío de vacunas, la Comisión Europea y las farmacéuticas han alcanzado un acuerdo para que Bruselas controle las exportaciones de dosis y se cerciore así de que no hay desvíos a terceros países.

El ya exministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró ayer a este respecto que el Gobierno central respaldaría la decisión de la Unión Europea de personarse contra Asrazeneca. Asimismo, avanzó que España podría comenzar a recibir dosis de la vacuna contra el

"Todo indica que es una vacuna que podría ser utilizada esta misma semana en el ámbito europeo y de la que recibiríamos dosis en los próximos días", explicó Illa en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de ayer, su último día en el cargo antes de abandonar el Ministerio para concurrir a las elecciones catalanas del 14 de febrero.

Las primeras explicaciones que la compañía ha dado a la Comisión Europea para justificar el retraso en la entrega de vacunas han sido "insatisfactorias" a juicio de la institución comunitaria, que ha exigido a la compañía saber "exactamente" dónde ha producido cada dosis y a qué países han sido entregadas.

"Sabemos que las vacunas son un bien escaso y que la fabricación y distribución es compleja, pero Europa ha hecho bien el planteamiento de esta estrategia", apostilló el exministro en referencia a la amenaza de denuncia. "Damos apoyo a todas las decisiones de la UE para garantizar que lo que firmó se cumple y que las dosis llegan en tiempo y forma, a no ser que haya causas de fuerza mayor", matizó.

Por otra parte, Illa reivindicó como "correcto" el ritmo actual de vacunación en España, donde ya se han administrado 1.237.593 dosis, el 91,9% de las 1.346.100 entregadas a las comunidades autónomas. "El ritmo es correcto y el plan de vacunación está diseñado teniendo en cuenta que las dosis las vamos recibiendo progresivamente", explicó. "Habrá que ir acomodando la administración a las vacunas que nos vayan llegando", especificó.

Mientras tanto, el grave impacto de la tercera ola en España vuelve a reflejarse un día más en los datos epidemiológicos: la incidencia se acerca a los 900 casos. Los datos de Sanidad sitúan en 893,91 los casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, y todas las comunidades, salvo Canarias y Cantabria, superan los 500 casos, tasa a partir de la cual la Unión Europea recomienda aumentar las restricciones de movimiento.

En contraste con los datos totales, Salvador Illa puso un poco de luz al confirmar que en siete comunidades ha empezado a bajar la curva de contagios, aunque dejó claro que "la situación de la pandemia en España es preocupante y no hay que ponerle ningún edulcorante".

En su última comparecencia como ministro de Sanidad, Illa volvió a rechazar el confinamiento domiciliario para frenar la pandemia al confiar en que la tercera ola será derrotada "porque tenemos las herramientas".

Prueba de ello, según Illa, es que las siete comunidades que antes tomaron medidas ya están descendiendo la curva "con los instrumentos que tenemos a disposición" dentro del marco del estado de alarma y que ya sirvieron para vencer las dos olas anteriores.

Ahora también se cuenta con la vacuna, que por ahora refleja una tasa muy baja de efectos adversos. El Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano recibió solo 374 notificaciones de efectos secundarios, el 0,08% del total.

58%

Una encuesta lanzada por el Ministerio de Ciencia revela un cambio de tendencia importante respecto a la inmunización: seis de cada diez españoles (el 58%) se vacunaría sin dudarlo contra el COVID-19, frente al 20% que estaba dispuesto a hacerlo en octubre.

123.697

Casi un mes después de iniciarse, la campaña de vacunación va avanzando y ya un total de 1.291.216 personas han recibido al menos una primera dosis y, de ellas, 123.697 han completado la pauta de dos inyecciones, lo que representa un 9,58% por ciento del total de vacunados.

36.435

Se han notificado 36.435 nuevos positivos y 591 fallecidos más en las últimas 24 horas registradas.

41,2%

Sigue aumentando la presión en UCI, con un 41,2% de las camas ocupadas. Este es el indicador que más preocupa a las comunidades autónomas a la hora de pedir el confinamiento domiciliario, descartado por el Gobierno central.