- La Asociación médica británica (BMA, en inglés) ha pedido a los responsables sanitarios reducir el número de semanas entre la primera y la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTch, por considerar que “no se puede justificar” esa ampliación del periodo a fin de vacunar a más personas. Ante el alto nivel de contagios de la COVID-19 en el Reino Unido por la aparición de una nueva variante del coronavirus en Inglaterra, las autoridades británicas decidieron que la segunda dosis de Pfizer-BioNTech debe suministrarse doce semanas después de la primera, en vez de tres semanas como recomendó esa farmacéutica.

La decisión de extender a doce semanas el periodo entre una y otra dosis responde a la necesidad de que más personas puedan recibir la primera y tener algo de protección contra la COVID-19, según concluyeron los responsables médicos del Gobierno.

Sin embargo, en una carta que la influyente BMA ha remitido el asesor jefe médico del Gobierno, Chris Whitty, a la que la BBC ha tenido acceso, la asociación admite que está de acuerdo en que la vacunación debe hacerse “lo más rápido posible”, pero ha pedido se reduzca la diferencia de tiempo entre las dosis.

La BMA añade que el Reino Unido está “cada vez más aislado” en esta estrategia, ya que ningún otro país la ha adoptado, y es cada vez más difícil de justificar.

“La ausencia de un apoyo internacional sobre la medida del Reino Unido es motivo de una profunda preocupación y puede arriesgar la confianza de la población y de la profesión (médica) en el programa de vacunación”, señala la misiva.

El presidente de la BMA, Chaand Nagpaul, indicó que hay “una creciente preocupación” de que la vacuna sea menos efectiva si hay una diferencia de doce semanas entre una y otra dosis.