- El Ayuntamiento de Donostia se concentró ayer en repulsa del "vil y cobarde" asesinato de la joven donostiarra Aintzane Pujana Etxeberria el pasado Año Nuevo tras ser retenida en contra de su voluntad y explotada sexualmente durante su cautiverio.

La concentración silenciosa tuvo lugar ante la Casa Consistorial bajo el lema Contra las agresiones sexistas escrito en euskera y castellano en una pancarta, y finalizó a los cinco minutos entre aplausos de los presentes.

Además de representantes de todos los grupos municipales y del gobierno municipal -el alcalde donostiarra, Eneko Goia, no pudo acudir por encontrarse en la reunión del LABI- también tomaron parte en la movilización la portavoz de la Diputación, Eider Mendoza, y Miren Elgarresta, directora foral de Igualdad.

Previamente, la Junta de Portavoces del Consistorio donostiarra aprobó una declaración, suscrita por los portavoces de todos los grupos municipales, para mostrar su "más rotunda condena" al asesinato de Pujana, "después de haber sido retenida en contra de su voluntad y explotada durante su cautiverio, en un nuevo episodio de violencia machista en su versión más execrable e inaceptable".

Además, trasladó su "apoyo y solidaridad con los familiares y allegados de la víctima" y ofreció sus servicios de atención y apoyo jurídico, social y psicológico. En el texto se subraya que "este tipo de agresiones no son sino la expresión más despreciable de la violencia machista y de las actitudes de desigualdad de género que aún imperan en nuestra sociedad " y se abogaba por "seguir trabajando en la educación en valores y en la igualdad entre hombres y mujeres".

Ya por la tarde, Euskal Herriko Emakumeon Mundu Martxa, a las 18.30 horas, y el Movimiento Democrático de Mujeres, a las 19.00 horas, celebraron en el Boulevar sendos actos de condena por el asesinato de Pujalte.

Por su parte, el Consejo de la Juventud de Euskadi hizo pública su demanda para que "todos los ataques contra el bienestar de las mujeres por el motivo de ser mujeres" sean considerados y reconocidos como violencia de género.