l inminente 2021 va a ser el año de la vacunación masiva contra el COVID-19, al menos en occidente. Eso sí, no esperemos una solución mágica. La mascarilla, la distancia física y otras medidas de contención seguirán acompañándonos durante un tiempo. En eso coinciden la inmensa mayoría de los expertos. Todos se repiten: "Prudencia y cautela".

AstraZeneca, Pfizer, Moderna€ Parece que solo hay tres vacunas para Occidente, otra para los rusos (Sputnik) y las chinas. Pero en realidad existen más de 50 plataformas vacunales contra el COVID-19 que ya se están probando con seres humanos y otras muchas que van un paso por detrás, pero también llegarán a ayudar en esta guerra contra el virus. Entre ellas, una veintena de españolas. Todas pueden ser necesarias, dicen los expertos, lo que augura una larga lucha contra el coronavirus.

Las más populares se han enzarzado en una batalla mediática. A cada cual más eficaz: 90%, 95%... Una lucha con tintes comerciales que desvirtúa lo conseguido, una vacuna en ocho meses, tiempo récord. Lo que no está claro es que eviten el contagio; solo una parece que puede contenerlo, a falta de más estudios: la de AstraZeneca (Oxford). Lo que ofrecen es que, aunque nos contagiemos, no desarrollemos afecciones severas. Ahí dicen ser efectivas. Es un buen comienzo, pero no la solución definitiva.

Todo está por ver. En este repaso sobre las vacunas del COVID-19 nos ayuda Luis Ignacio Martínez Alcorta, vocal de la Asociación Española de Vacunología y buen conocedor del sistema de salud vasco. Su mensaje no difiere mucho del de cualquier otro experto: "Prudencia".

"Tenemos una situación que no se ha vivido jamás y en tiempo récord hemos desarrollado unas plataformas vacunales para generar dosis mucho más rápido de lo habitual", dice. "Tanto las agencias regulatorias, como instituciones y la propia industria han alcanzado un ámbito colaborativo absoluto en el que se busca generar unas vacunas y modular esta pandemia", asegura. "Hemos ido muy rápido y seguimos yendo rápido. Es alucinante el reto al que se han sometido los investigadores", zanja.

Pero, ¡ojo! No son una solución mágica. "No, no; ni mucho menos. Nos queda mucho por saber. Tenemos que tener en cuenta que la vacuna va a ser una herramienta más para combatir al virus y modular la pandemia, un elemento clave para ello, pero yo no me planteo que por vacunar nos vayan a desaparecer de golpe y porrazo el resto de medidas, que en todo caso se irán graduando a cada situación y contexto. Será algo dinámico", explica Martínez Alcorta.

"Tiene muy buena pinta todo lo que viene, pero tenemos que ser más cautelosos. Y sobre todo tratar de despejar interrogantes; y todavía quedan; tenemos que saber si esa eficacia que dicen los laboratorios es igual por edades. Por encima de 70, por ejemplo, a ver esos ensayos clínicos qué porcentajes de población han incluido por segmentos de edad. Tampoco sabemos la inmunidad que generan. Conforme a eso, se pueden establecer las estrategias de vacunación", asegura este médico preventivista.

Lo primero, y no hay que olvidarlo, es que se aprueben las vacunas. Por que a día de hoy, ninguna lo está. Y van a jugar un papel clave las agencias reguladoras, en nuestro caso, la Agencia Europea del Medicamento, en la que se integran las agencias de cada país miembro. De estos organismos depende validar y aprobar su comercialización. Es la garantía, coinciden los expertos, de que se tratará de vacunas seguras.

"Y tienen que tomar una decisión. Pueden autorizar una vacuna para diferentes circunstancias, para emergencia incluso, si la situación es catastrófica". En todo caso, explica, "es fundamental saber qué evita cada vacuna. Algunos modelos pueden evitar las formas graves. Es decir, me contagio, pero no como para fallecer". Para medir ese efecto, aún se tendrán que infectar y vacunar cientos de miles de personas.

Lo ideal, asegura el doctor, o lo que firmaría, es que "tuviésemos varias vacunas disponibles para toda la población mundial y que sean seguras, que hayan sido ensayadas y demostradas para que, además de proteger de la enfermedad, eviten la transmisión del propio virus. Y que te protejan al menos un año". Mucho pedir para las primeras dosis.

"Si la pauta de vacunación es como la de la gripe (una vez al año), es perfectamente asumible (su distribución y aplicación). Tendremos que ver cómo evoluciona la pandemia y estar abiertos a diferentes contextos. Surgen varias preguntas: ¿Y cuál me pongo? ¿Podré elegir? "Eso está sujeto a la evaluación de las agencias regulatorias. Y tenemos que pensar que la que tengamos disponible es la mejor, porque estoy seguro de que va a ser así", dice el doctor.

¿Y combinar diferentes vacunas? ¿Puede mejorar el efecto? "Esa pregunta no tiene respuesta en el momento actual, porque no se han hecho ensayos clínicos combinando vacunas. Lo que sí está claro es que el coronavirus nuevo no muta de una forma tan dinámica como el virus de la gripe, y ese hecho hace que las vacunas vayan dirigidas a un organismo más estable". Buena noticia.

En todo caso, asegura Martínez Alcorta, vacunarse no será obligatorio. No puede serlo legalmente, pero podría llegar a imponerse de forma indirecta. "El reglamento sanitario internacional, por ejemplo, dependiendo a qué sitios viajes, es necesaria una vacuna. Eso sí que está establecido por una legislación internacional y en nuestro contexto estaría sometido a unos mecanismos legales para garantizar los derechos de nuestra población, pero es fundamental no tener que llegar a esos mecanismos", considera Martínez.

Para ello, admite, será fundamental generar confianza en la población y eso se obtiene mediante los hechos. "Hay que ir viendo los resultados obtenidos en los pacientes vacunados en estados iniciales", afirma.

Pero en su opinión, la base es buena: "No hay más que ver los calendarios sistemáticos de la infancia; tenemos unas coberturas envidiables, en algunas vacunas superan el 95%, y la confianza se demuestra así, administrándole la vacuna a la persona que más quieres en el mundo. Nuestra sociedad confía en las vacunas. ¿Que a veces surgen dudas? Es absolutamente normal, cuando hay aspectos que no se pueden solucionar. Es un proceso natural y lógico".

¿Está Osakidetza lista para asumir su distribución? Las tres plataformas más avanzadas, AstraZeneca, Pfizer y Moderna tienen una cadena de frío diferente y no se pueden mezclar. Aunque ello representa un reto logístico, fuentes del Gobierno Vasco confirman a este periódico que "en Euskadi contamos con empresas con capacidad técnico-científica para afrontar los retos de logística y distribución que las vacunas puedan exigir y ya estamos en contacto con las empresas vascas".

¿Quiénes serán los primeros? Los primeros serán los residentes y el personal sanitario de residencias y centros de grandes dependientes. Entre enero y marzo. Y a continuación, el resto del personal sanitario y los grandes dependientes no institucionalizados.

¿Cuántas dosis necesitaré?

Las tres vacunas deben administrarse en dos dosis a lo largo de entre tres y cuatro semanas. La doble dosis complica los planes de inmunización frente a vacunas monodosis, como la del laboratorio Janssen, no tan avanzada.

¿Cuánto durará la inmunidad? Es una incógnita. Solo con el paso del tiempo sabremos si los primeros vacunados siguen protegidos.

"Nuestra sociedad confía en las vacunas. ¿Que a veces surgen dudas? Es absolutamente normal"

Asociación Española de Vacunología

"Será clave para modular la pandemia, pero no van a desaparecer de golpe el resto de medidas"

"Tenemos que pensar que la vacuna que tengamos disponible es la mejor, porque va a ser así"