- La ministra de Igualdad, Irene Montero, garantiza que este Gobierno va a ser “el que más lejos va a llegar” en la lucha contra la explotación sexual, con “medidas contundentes”, para poner fin a la impunidad de la “poderosa” industria proxeneta, pero descarta multar a los “puteros” porque “no sirve para que haya menos”.

“En nuestro país ya existe la posibilidad de multar a los clientes de la prostitución, eso lo introdujo el Partido Popular en la Ley de Seguridad Ciudadana, y no está sirviendo para que haya menos puteros. Las medidas más urgentes y que mejor nos pueden permitir luchar contra la explotación sexual tienen que ver con atajar el origen: la impunidad de la industria proxeneta”.

Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer mañana miércoles, 25 de noviembre, la titular de Igualdad explica que las prioridades del Ejecutivo para avanzar en la lucha contra la explotación sexual pasan por reforzar la capacidad de perseguir a los proxenetas y por acabar con la “absoluta desprotección” de las mujeres víctimas y en contextos de prostitución.

A través de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, el Ejecutivo pretende cambiar el Código Penal para castigar el proxenetismo no coactivo y la tercería locativa, esto es, alquilar locales donde se explota a mujeres. “Creo que vamos a ir más lejos que cualquier gobierno en esta materia. Acabar con la impunidad de la industria proxeneta, a pesar de saber que son personas muy poderosas, a las que nadie ha tocado y que han permanecido en la impunidad siempre”, subraya.

Aun así, Montero reconoce que “seguramente sea insuficiente”, pero estas medidas son un “primer paso necesario e imprescindible” que tiene que ir acompañado de una “vía fuerte de ofrecimiento de alternativas sociales, laborales y habitacionales” a las víctimas y del impulso de una ley de trata.

Su ministerio y el de Trabajo están “corriendo”, asegura la ministra, para poder poner en marcha un plan de inserción laboral para mujeres víctimas de trata y prostituidas. A Montero no le “cabe duda” de que recibirá un respaldo mayoritario del Parlamento, pues se trata de una norma que protegerá “a las mujeres de todas las formas de violencias machistas”, pese a que se espera que la extrema derecha “la cuestione y la niegue”.