La presión hospitalaria se mantiene constante. No remite con claridad aún. Así lo muestran los datos aportados hoy por el departamento de Salud del Gobierno Vasco, pero los contagios comienzan a disminuir con cierta claridad, aunque aún estemos en un grado de transmisión alta. En plena desescalada, Gipuzkoa, consiguió rebajar la trágica barrera de los 1.000 en tasa de incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes. Llevaba ya 17 jornadas por encima y hay que recordar que el semáforo rojo en este valor se enciende por encima de los 500. Ayer, Gipuzkoa registró 978. Y Euskadi se coloca con 753, muy alto, pero bajando.

Hay que remontarse al día 2 de noviembre para ver una tasa de incidencia acumulada semejante, por debajo de 1.000, en Gipuzkoa. Pero el objetivo sigue estando muy lejos. Primero, bajar de 500 y abrir el semáforo rojo a naranja. Y luego, seguir bajando y bajando. Una guerra sin fin. Unas navidades raras al son del coronavirus

Es muy atrevido decir que son buenas noticias. Pero los contagios están limitándose y ayer por fin los tres territorios vascos mantenían el número de reproducción básica por debajo del 1.000. (Araba llevaba tres días por encima). Son buenas noticias, porque eso significa que cada contagiados transmite el virus a menos de una persona de media, luego el virus entraría en fase de remisión.

En contagios totales las cifras también alimentan un halo de esperanza, pese al gris horizonte navideño. El lehendakari lo advirtió de nuevo ayer, aunque al menos descartó un nuevo confinamiento domiciliario. Las medidas parece que están funcionando, pero no cabe relajarse, dijo. Las severas restricciones de movilidad y cierre de la hostelería seguirán al menos hasta el 10 de diciembre.

Pero eso no quita cierto alivio. En las últimas 24 horas se han registrado en el conjunto de Euskadi 935 positivos de COVID-19. De nuevo por debajo de la cifra mágica del mes de noviembre: 1.000. De hecho, quitando dos domingos, cuando se realizan muchas menos pruebas, la CAV llevaba 24 jornadas sin bajar de 1.000 nuevos casos. Algo parecido sucede en Gipuzkoa: 407 casos. Son seis jornadas seguidas por debajo de los 500.

Eibar y Usurbil, los dos extremos

Aún así, siguen siendo once los municipios guipuzcoanos de más de 5.000 habitantes que superan la extraordinariamente preocupante de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en Gipuzkoa y el que más preocupa es Eibar. Mejoró ligeramente ayer: 36 nuevos casos solo ayer, pero son ya 289 en siete días en una población de 27.000 habitantes. La incidencia total acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes está por las nubes: 2.341. Le sigue Deba, con 1.910. Donostia tiene 946, ligeramente por debajo de la media del territorio (978).

Por el contrario, en el lado opuesto se acumulan las noticias de alivio. Son ya cuatro los municipios guipuzcoanos con más de 5.000 habitantes cuya incidencia acumulada baja de los 500. Es decir, ya no tiene el semáforo en rojo. Sino en naranja. Cuidado. Son los tres de antes, Hondarribia (436), Usurbil (427) y Zumaia (447), más Urnieta (484), que se les suma.

La positividad baja al 6,5%

Sin trampa ni cartón. Y ello se refleja en la tasa de positividad, que sigue relajándose. Ayer de nuevo la cifra seguía bajando, en este caso al 6,5%, atisbando la barrera del 5%, una referencia inexcusable . El día anterior estaba en el 7,2%. Y todo ello, con 14.391 test realizadas: 11.451 PCR y 2.940 test de antígenos. Estos últimos, por cierto siguen arrojando tasas de positivas sensiblemente superiores a las PCR. Más de un 11%, frente al 5,3% de las PCR.

Los hospitales. Decíamos al principio de la crónica, sigue con una presión elevada. Aunque las UCI están todavía lejos de los niveles de marzo y abril, su carga, aunque desigual, no está tan disparada. En las últimas 24 horas ha subido en dos el número total de personas en cuidados intensivos: de 133 a 135, los mismos que exactamente diez días antes. Eso sí, parece que podrían quedar atrás, si los contagios siguen bajando, los 146 enfermos graves de los días 13 y 14 de este mes. Nada que ver con el récord de 236 alcanzado el 2 de abril. Son 101 menos.

Tampoco se percibe una descomprensión clara en las camas de planta. Ayer jueves ingresaron otras 62 personas y el número total de ingresados en los hospitales vascos, se mantiene en 475. Cifras altas todavía. A los que hay que sumar los 135 de las UCI: 610 en total.