DONOSTIA - Los sindicatos convocantes de la huelga que hoy se ha desarrollado en Osakidetza en Gipuzkoa, han denunciado que la presión asistencial en los hospitales de este territorio, el más afectado por la segunda ola de COVID-19, ha obligado a derivar pacientes de UCI a Araba y Bizkaia así como a desprogramar operaciones "demorables".

Los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO, UGT, ESK, SAE y UTESE convocaron tres jornadas de huelga, la primera de las cuales se llevó a cabo en Araba el pasado 29 de octubre a la que ha seguido la de este jueves en Gipuzkoa y concluirá en Bizkaia el próximo 12 de noviembre.

Osakidetza ha señalado que en el turno de mañana el paro ha sido secundado, en términos globales, por un 7,72 % del personal en Gipuzkoa: el 6,14 % entre personal facultativo, el 6,44 % en enfermería y el 10,45 % en el resto de categorías.

Los sindicatos por su parte han asegurado que el seguimiento ha sido "muy importante", sobre todo en la Atención Primaria, y "masivo" en las áreas de Atención al Cliente de los centros de Salud, y han acusado a Osakidetza de "tergiversar" los datos al tomar como base la totalidad de la plantilla en lugar de los profesionales que no están incluidos en los servicios mínimos y que pueden hacer los paros.

Varias decenas de profesionales sanitarios se han concentrado a las puertas del Hospital Donostia, unas movilizaciones que se han repetido en el resto de centros sanitarios de Gipuzkoa.

En declaraciones a los medios de comunicación, la secretaria general de SATSE Gipuzkoa, Pilar Mendia, ha señalado que "poco a poco se van disminuyendo las intervenciones quirúrgicas" más demorables y ha asegurado que, de hecho, en el Hospital de Zumarraga "se han suspendido los quirófanos de la tarde" en las operaciones menos urgentes.

La representante de ELA Ester Saavedra ha señalado que "es evidente" que ha habido "falta de planificación" ya que se sabía que la segunda ola de covid-19 "iba a llegar".

La Atención Primaria "lleva meses desbordada" porque se ha multiplicado el trabajo de "forma exponencial" debido a los cribados masivos y las vacunaciones de gripe, a lo que hay que añadir el trabajo ordinario y esa situación "está pasando ahora en los hospitales", ha asegurado.

Por ello, ha remarcado que "el riesgo de colapso existe" y ha advertido de que la suspensión de la asistencia programada puede tener consecuencias "muy graves".

Ha asegurado que el Hospital Donostia lleva a cabo desde la pasada semana traslados de pacientes a unidades UCI de Araba y Bizkaia.

La representación sindical "no tiene ninguna interlocución" con Osakidetza, ha señalado Saavedra, que ha indicado que "no hay previsión de una reunión con la consejera" de Salud, Gotzone Sagardui, con la que "no han tenido ningún contacto".

En este sentido la responsable de UGT-Sanidad Euskadi, Ana Vázquez, ha calificado de "abusivos" los servicios mínimos que alcanzan el cien por cien en turnos de noche limpieza y otros colectivos.

Por su parte, desde CCOO Euskadi, Iñigo Garduño ha criticado que, a pesar de que la consejería de Salud "habla de un aumento de 3.000 plazas", han sido 3.000 los profesionales que han sido positivos a lo largo de la pandemia por lo que "no ha habido un aumento de plantilla".

ESK ha incidido en que la plantilla que "está exhausta, con riesgos físicos e incluso depresiones" y ha remarcado que la pandemia ha puesto de manifiesto las "carencias estructurales" de Osakidetza "que vienen de antes y se traducen en falta de recursos humanos y materiales" ante un aumento "desproporcionado de la carga de trabajo" y la falta de "inversión real".

Desde LAB, Lourdes Barragan ha señalado que los sindicatos se han visto "obligados" ante las condiciones en las que están trabajando en los centros sanitarios públicos.

Los sindicatos piden un aumento de plantilla, la "reversión de los recortes" y de los servicios privatizados, medidas para garantizar la seguridad de la plantilla y equiparar con la UE la partida presupuestaria destinada a Sanidad.