Navarra volvió ayer a tocar techo en cuanto a nuevos casos de covid-19 registrados tras 3.651 PCR y pruebas de antígenos, un total de 586 según los datos provisionales publicados por el Gobierno de Navarra. La tasa de positividad quedó en el 16,1%.

Ansoáin fue la zona de salud que más positivos acumuló, un total de 30. El área de Pamplona volvió a ser la que más incidencia arrojó, con hasta 15 zonas más por encima de los 20 positivos.

La hostelería

La argumentación del cierre de la hostelería quizá era la más esperada y la más difícil de explicar por parte del Gobierno foral. En la rueda de prensa de ayer tras la sesión del Ejecutivo, el vicepresidente, Javier Remírez, avanzó que han constatado que "en la hostelería la gente se relaja. Por eso nos parece una buena medida el cierre". Bajo esta premisa, en la orden foral el Gobierno argumenta que los establecimientos constituyen un espacio principal de relación social en el que se dan "factores de riesgo más elevados" que en otros lugares o actividades. Pero también utiliza datos objetivos. Para ello echa mano del informe del Instituto de Salud Pública en el que se constata que entre el 14 y el 19 de octubre el equipo de rastreo detectó 22 brotes en restaurantes y bares. En concreto, según se recoge en el texto, en 19 brotes una o más personas se habrían contagiado en "restaurantes y bares" y en 3 brotes una o más personas indicaban el contagio en "restaurantes y bares y reuniones de familiares amigos". Por otra parte, en 59 brotes se incluía el término "reuniones de familiares y amigos" y en 4, "viajes vacacionales".En la orden foral también se alega que los bares y restaurantes "están relacionados con la no utilización de la mascarilla durante todo el tiempo o la mayoría del tiempo", así como con no mantener la distancia de seguridad "durante un tiempo bastante relevante". "El consumo de alcohol también repercute en el comportamiento de las personas, relajando las medidas de seguridad", sostiene la norma.

No obstante, Remírez reconoció ayer los costes que va a tener para el sector hostelero el cierre, por lo que recordó que el Gobierno va a aprobar una partida de ayudas de 10 millones de euros para paliar los costes del sector, una cifra que, señaló, llega a los 15 con otras ayudas previas y a la que habría que sumar las prestaciones por ERTE y a autónomos. "Nosotros seguimos creyendo que cerrar la hostelería es una medida costosa para el sector, pero que va a tener efectos positivos en la lucha contra la pandemia", expuso el vicepresidente, para indicar que "tenemos un diálogo abierto con el sector, con medidas que se suman a otras ayudas del pasado".

Sobre la limitación del reparto de comida a las 21:00 horas, Remírez apuntó que es una medida que se establece "por la concentración de personas en los domicilios". "Hemos limitado todo a las 21.00 horas para que no se produzcan reuniones en domicilios o cenas. La salud pública prima por encima de todo", subrayó el vicepresidente.