- El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL) han participado en un estudio, publicado en la revista internacional Journal of hepatology, que concluye que los pacientes con obesidad e hígado graso no alcohólico presentan un mayor riesgo tras la infección por COVID-19. En este estudio han participado también investigadores del CIC bioGUNE.

En el trabajo ha participado el doctor Javier Crespo, jefe del Servicio de Digestivo de Valdecilla y responsable del grupo de Investigación Clínica y Traslacional en Enfermedades Digestivas del IDIVAL, que mantiene una colaboración estable con varios de los equipos que lideran este estudio en proyectos de investigación sobre esteatohepatitis no alcohólica o hígado graso, informó ayer el Servicio Cántabro de Salud.

Estos pacientes presentan, por tanto, una maquinaria de entrada del virus "muy eficaz", aumentando su vulnerabilidad en caso de infección. En el estudio se ha identificado que esta maquinaria de entrada del virus no está elevada en pacientes con obesidad y esteatosis (un estadio más leve que la esteatohepatitis) ni en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2, enfermedades que también están muy ligadas.

En España la mortalidad por COVID-19 varía entre un 2-6%, pero datos recientes apuntan a que el 80% de los pacientes con forma grave de infección por COVID son obesos. Además, dentro del amplio espectro de síntomas provocados por la COVID-19, un porcentaje considerable de pacientes presentan algún tipo de fallo hepático.

Actualmente el IDIVAL, centro acreditado por el Instituto de Salud Carlos III, en su labor de promoción y desarrollo de la innovación e investigación en salud en el entorno biosanitario de Cantabria, cuenta con más de 30 grupos de investigación sanitaria y ha gestionado en los últimos 5 años 35 millones de euros dedicados a la investigación.

De esta partida, 25 millones han procedido de proyectos competitivos, acuerdos y donaciones obtenidos por los propios investigadores.

Actualmente, el 80% de los pacientes con un cuadro grave por infección de coronavirus padecen también obesidad