- Jon Goitia, auxiliar de cámara donostiarra, es freelance y trabaja en grabaciones de películas, series y anuncios publicitarios, un sector que de por sí resulta “inestable”, ya que trabaja de grabación en grabación sin tener asegurados contratos a largo plazo, pero que lo es “aún más” ahora en un sector que también está mediatizado por el COVID-19, ya que muchos rodajes peligran, ya sea por posibles positivos o por falta de financiación.

Cuando llegó el confinamiento, Jon Goitia se encontraba en el monasterio de Irache (Navarra) “grabando El Internado”, serie que quedó cancelada y cuya grabación se retomó “a mediados de junio”. “Antes me dio tiempo a hacer un par de anuncios”, dice el cámara donostiarra, que explica que volvieron a la grabación de El Internado “con todas las medidas de seguridad posibles”, aunque “es difícil en una grabación en la que el equipo es amplio” y están todos “trabajando a la vez”. El proyecto arrancó en febrero y terminó en agosto, lo que le dejó a Jon Goitia “la sensación de haber pasado todo el año con un único proyecto”.

Hasta ahora, el donostiarra había logrado “dar continuidad” a los proyectos: “Cuando estás terminando una grabación, ya hablas con gente y vas pensando en los siguientes para tratar de dar continuidad a un trabajo muy inestable, porque no sabes qué va a ser de ti. Intentas hacer tu trabajo lo mejor posible para estar activo y que te sigan llamando, pero el COVID ha inestabilizado esto mucho más. Si ya de por sí el futuro es incierto en nuestra profesión, ahora con una pandemia, con los productores más asustados por esa inversión que puedan hacer en un proyecto que se pueda cancelar, pues es más incierto para nosotros”.

La cancelación de los proyectos es la tónica: “Quiero pensar que se están retrasando y que al final se harán, porque si se cancelan nos vamos a quedar sin trabajo. La esperanza es que se estén cancelando, y que el año que viene tengamos bastantes rodajes. Veremos qué es lo que ocurre”.

Este momento de crisis llega justo cuando había “un boom tremendo con las series”: “Hay bastante producción vasca, cada vez más, pero mucha viene de fuera, por ejemplo de Madrid, y ahora ahí la situación está complicada. Conozco varios casos de producciones que se están cancelando o retrasando”.

A su trabajo como auxiliar de cámara se une que Jon Goitia tiene una empresa de alquiler de material de producción. “Si se cae el sector audiovisual, me caigo con todo el equipo: yo con los rodajes y mi empresa”, reconoce el donostiarra: “Justo cuando llegó el confinamiento tenía dos proyectos en marcha y se cancelaron, aunque luego ambos se retomaron, así que con la empresa he podido seguir. Aunque se nota un bajón económico, claro”. El resumen es claro: “De momento... sobreviviendo”.