- La Diputación de Gipuzkoa echará mano de 13,2 millones de euros de la caja de remante de la sociedad foral Bidegi para mantener los servicios en la red de carreteras de alta capacidad del territorio. Esta medida se adopta después de que en los peajes de estas vías se hayan recaudado casi 31 millones de euros menos por motivo de la caída de tráfico que ha generado la pandemia del COVID-19.

La diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, y el director de Bidegi, Alfredo Etxeberria, comparecieron ayer en Donostia para desgranar las consecuencias que la crisis sanitaria ha tenido en las carreteras guipuzcoanoas. Según explicó Oiarbide, pese a que en las últimas semanas se ha percibido una recuperación del volumen de vehículos que transitan por el territorio, la caída, especialmente en los momentos más duros de la pandemia -en Semana Santa, cuando se decretó el confinamiento para toda la población a excepción de los servicios esenciales- ha sido importante. Concretamente, durante esas semanas, el tráfico de vehículos ligeros descendió un 85% con respecto a los datos del año anterior, mientras que en los camiones el descenso fue menos acusado: un 60% menos en el caso de los camiones de menos de doce toneladas y un 42% en los camiones pesados (más de doce toneladas).

Esto ha acarreado un brusco descenso de los ingresos en las arcas de Bidegi. Si en 2019 se recaudó 110,3 millones de euros en la AP-1 y AP-8, hasta agosto se han ingresado 80,5 millones (un 27% menos). El descenso es menos acusado en las carreteras del sistema AT (N-I y A-15), donde únicamente pagan peaje los vehículos pesados y donde en 2019 se recaudaron en los ocho primeros meses del año 6,9 millones de euros, frente a los 5,9 millones del presente año (-14,5%).

Por ello, para mantener el “nivel de servicios” de estas carreteras, Bidegi echará mano de 13,2 millones de la caja de remanente de la sociedad foral. “La sólida situación financiera de Bidegi nos permite afrontar esta situación sin necesidada de modificar la planificación en cuanto a inversiones previstas y obligaciones financieras y mantener los estándares de mantenimiento y conservación”, señaló la diputada, que no obstante, avanzó que en las dos primeras semanas de septiembre se ha constatado una cierta “recuperación” de los tráficos.

En este sentido, desgranó que tras el verano, el tráfico de vehículos pesados en la AP-1 y AP-8 se encuentra únicamente un 1,2% por debajo a la época previa a la pandemia, mientras que en la N-I y la A-15 la diferencia es del 4,4%.

La diferencia es algo mayor en el caso de los turismos, que todavía se encuentan un 11,1% por debajo en las vías de peaje y un -5,8% en las otras dos, así como en los camiones de menos de doce toneladas (-14,6% en las dos autopistas y el -10,4% en la N-I y la autovía de Leitzaran), hecho que Oiarbide relacionó con la bajada del consumo en sectores como la hostelería y el comercio, además de que muchos profesionales continúan teletrabajando.

Con estos datos sobre la mesa, Oiarbide se mostró cauta a la hora de analizar el futuro. “De cara a 2021, al igual que en el último trimestre de 2020, la principal incertidumbre residirá en la afección de la situación económica y el teletrabajo sobre el uso de la autopista”, apuntó la diputada, que añadió: “Por otro lado, en 2021 no sufriremos las bruscas oscilaciones que hemos tenido esta primavera y verano. Siendo esto así, esperamos recuperar ingresos que, en un escenario pesimista, nos permitirá movernos en cifras equivalentes al cierre del ejercicio 2017”.

80,5

Millones. Es la cantidad de dinero recaudada por los peajes de la AP-8 y AP-1 entre enero y agosto del presente año. Según explicó la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, se trata de un descenso del 27% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se recaudaron en estas dos vías 110,3 millones. El descenso es menos acusado en las vías sujetas al peaje del sistema AT, donde se ha pasado de recaudar 6,9 millones a 5,9 millones.