- Los rebrotes de coronavirus que han obligado a adoptar medidas restrictivas en dos comarcas de Lleida y en el área de Barcelona apuntan cierta tendencia a estabilizarse, sobre todo el del Segrià, mientras que en la zona metropolitana habrá que esperar a los datos epidemiológicos de los próximos días para confirmar esta propensión favorable.

De momento, el número de positivos reportados en Catalunya descendió ayer a 590 en 24 horas -el día 15 llegaron a ser casi 1.293- en una secuencia de disminución consecutiva desde el pasado viernes, aunque habrá que esperar a ver si se confirma o es un efecto de fin de semana, cuando se hacen menos pruebas diagnósticas.

El nuevo secretario de Salud Pública, Josep María Argimón, que fue presentado ayer tras su nombramiento oficial en un cargo que estaba vacante desde hacía casi dos meses, confirmó que están viendo una cierta tendencia a la estabilización, aunque habló "en condicional" y dijo que esta tendencia parece más evidente en el caso de la comarca del Segrià que en el área de Barcelona.

Argimón, que se propuso multiplicar el seguimiento tanto el número de contactos de las personas contagiadas como de pruebas PCR que se están haciendo actualmente, de las 8.000 diarias a 24.000 paulatinamente, dijo, aunque "el momento es muy complicado" porque sigue habiendo transmisión comunitaria del virus en Barcelona, L'Hospitalet, el Baix Llobregat y en el Segrià.

En esta comarca de Lleida el brote ya ha afectado a la capacidad asistencial de la atención primaria y los hospitales de la ciudad, donde hay 17 personas en la UCI -dos menos que el lunes- y 164 pacientes con COVID ingresados en total, mientras que la afectación es menor en los hospitales de Barcelona, donde el Hospital de la Vall d'Hebron tiene preparadas 24 camas para acoger a enfermos de Lleida si fuera necesario.

Un indicio de que los brotes no se han convertido de momento en "explosivos" y se mantienen estables es que los pacientes ingresados en UCI en toda Catalunya son 58, el mismo número que el martes, aunque 18 más que hace dos semanas.

De los 590 nuevos positivos comunicados ayer, 143 correspondían a la ciudad de Barcelona -67 menos que el lunes- y 92 a la región sanitaria de Lleida -113 menos que la víspera-.

En el conjunto del área metropolitana de Barcelona se reportaron 359 contagios, que, aunque representan el 61% del total de toda Cataluña, son 86 menos que el lunes. Los nuevos contagios de coronavirus, que incluyen pruebas PCR y serológicas, disminuyeron en todas las regiones sanitarias catalanas excepto en la Catalunya Central y en Girona.

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha pedido "encontrar fórmulas" que garanticen las normas de protección contra el coronavirus pero que "permitan hacer una vida lo más normal posible", evitando el confinamiento.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ordenó ayer reducir el aforo de las diez playas de la ciudad en un 15%, de forma que éstas pasarán de tener una capacidad total de 38.000 a 32.000 personas, una decisión coordinada con el resto de municipios del litoral metropolitano después de que el fin de semana la Guardia Urbana tuviera que cerrar las playas por aglomeraciones.

529

El Ministerio de Sanidad notificó ayer 529 nuevos contagios de coronavirus detectados en las 24 horas, 156 casos menos que los registrados el lunes, lo que supone un descenso del 22%, al que contribuyeron un número menor de contagiados en Aragón y Catalunya.

75%

Sanidad destacó ayer la importancia de la actividad de rastreo que hace posible que, a día de hoy, se estén detectado entre un 50 y un 75% de contagios asintomáticos y permite conocer el perfil de los afectados, mucho más jóvenes que los de marzo o abril.