- Los brotes de coronavirus continúan creciendo en Navarra y ya son nueve los focos de contagio detectados en diferentes puntos de la Comunidad Foral. No obstante, por el momento todos ellos se mantienen estables, aunque el departamento de Salud no descarta fluctuaciones en la situación durante los próximos días. Desde que a finales de junio surgiesen los primeros rebrotes en Sunbilla y Pamplona, han ido apareciendo nuevos focos aunque todos ellos se mantienen estables sin que en la última jornada se hayan registrado repuntes de lo casos.

El último brote, reportado ayer por el departamento de Salud, se ha localizado en Pamplona y suma cinco casos, que no guardan relación con ninguno de los focos detectados anteriormente en la capital navarra.

Asimismo, Salud alerta del descenso de la edad media de las personas que dan positivo en las pruebas, ya que han advertido que uno de cada tres contagiados tiene entre 18 y 30 años. Este descenso de edad se explicaría teniendo en cuenta la mayor actividad de la población joven en la nueva normalidad y que la mayoría de contagios se han dado en los ámbitos familiar y social.

En concreto, ayer se registraron seis nuevos casos positivos de COVID-19 -detectados por PCR- en la Comunidad Foral. De ellos, un positivo se une a la lista de los vinculados al brote de la boda de Tudela iniciado el pasado jueves día 9 y que suma de este modo un total de 37 casos hasta la fecha. Otros dos de esos nuevos contagios pertenecen al nuevo brote detectado en Pamplona y guardan relación familiar con otros dos casos previos -a los que habría que sumar un quinto, también registrado previamente, al que ahora se ha podido establecer un vínculo profesional con uno de los afectados-.

Este nuevo foco sumaría por el momento cinco personas, con un número de contactos bastante acotado, y no tiene ninguna relación con el originado a partir de un almuerzo en San Fermín y que se mantiene de momento en los 21 casos. Por último, los otros tres positivos registrados en la jornada de ayer no estarían ligados a brotes previos.

En Navarra, se han detectado ya nueve brotes de COVID-19 de los cuales tan solo ha dejado de estar activo el primero que se decretó en Pamplona. En concreto, este brote se declaró el pasado 22 de junio en el barrio de Iturrama y afectó a 14 personas en el ámbito familiar. El último positivo se registro el pasado 27 de junio, por lo que es un foco que se considera inactivo teniendo en cuenta que un brote deja de estar activo cuando pasan 14 días desde el último positivo. El resto siguen activos aunque los focos de Sunbilla y otro de Pamplona no reportan nuevos casos desde el 5 y el 9 de julio.

Para tratar de mantener a raya los brotes que han surgido en Navarra, Salud tiene activas diversas vías de trabajo relacionadas con el rastreo de contactos, además de la vigilancia de las personas aisladas de los brotes originados los días pasados, por lo que no hay que descartar fluctuaciones en la situación.