- Trabajadores de Osakidetza exigieron ayer al Gobierno Vasco que, “de manera urgente y sin más dilación”, cambie “de raíz” sus políticas públicas en materia de salud.

En ese sentido, reclaman al Ejecutivo de Iñigo Urkullu y al Departamento vasco de Salud que “den pasos firmes, concretos e inmediatos para revertir la grave situación que se vive” en la sanidad pública vasca. En caso contrario, intensificarán las protestas.

Así lo manifestaron ayer los trabajadores convocados por los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO, UGT Y ESK, que se concentraron en las tres capitales vascas.

La crisis del coronavirus “ha puesto en evidencia la importancia” de los servicios públicos y, en concreto, de la sanidad pública. Sin embargo, lamentan que en los últimos años asisten al “debilitamiento de la sanidad pública, cuyas consecuencias han sido patentes a la hora de hacer frente a esta crisis sanitaria”.

Los sindicatos inciden en que “ha sido el esfuerzo e implicación” de la plantilla lo que “ha conseguido paliar las carencias de nuestro sistema sanitario” y entienden que el personal ha desempeñado su labor en “unas condiciones absolutamente excepcionales: cargas de trabajo inaceptables; falta alarmante de medidas de protección; y equipos integrados por personal escaso al que Osakidetza no ha formado ni dotado de medios adecuados ni suficientes para afrontar esta crisis”.

El resultado de todo ello, a ojos de la representación sindical, es el de una plantilla “exhausta, física y psicológicamente”, con una profesional fallecida; “más de 2.000 profesionales contagiados por la falta de medidas de protección”. Además, “el contagio de trabajadores de Osakidetza ha llegado a alcanzar el 18% del total de positivos de la CAPV, positivos que, en algunas OSIs, han llegado al 20% de la plantilla total”, según denunciaron ayer.

Los sindicatos reiteran que las políticas de recortes del Gobierno Vasco “han desencadenado un debilitamiento progresivo y preocupante” de la sanidad pública vasca con “partidas presupuestarias por debajo de la media de la UE, destrucción de empleo, plantilla estructural muy escasa, uso abusivo y fraudulento de la contratación, recortes de derechos laborales, privatizaciones y cargas de trabajo inaceptables”.

Los sindicatos exigieron al Gobierno Vasco “una partida presupuestaria para la sanidad pública que se equipare a la media de la UE, aumento de personal, con la incorporación a la plantilla estructural de los empleos ocultos en fraude, y consolidación de trabajadores eventuales que estabilicen la plantilla y eviten la fuga de profesionales formados por Osakide-tza con dinero público”.

También la “reversión de todos los recortes” (recuperación del poder adquisitivo, desarrollo profesional, primas de jubilación anticipada) y la “reversión de los servicios privatizados con el mantenimiento del empleo”, así como “medidas para garantizar la salud y la seguridad de la plantilla, tanto ante un eventual rebrote del coronavirus, como en su labor diaria”.

Listas de espera. El sindicato ELA pidió ayer al Departamento de Salud que deje sin efecto su decisión de reducir jornadas en Osatek, compañía dedicada a la realización de resonancias magnéticas y que presta servicio a Osakidetza, ya que “supondrá aumentar aún más las listas de espera, que ya superan los dos meses”. En una nota, ELA reprochó que el Departamento de Salud haya “decidido de manera unilateral reducir la jornada laboral del colectivo de trabajadoras” desde “una perspectiva única y exclusiva de ahorro de costes”, sin haber tenido en cuenta “el grave deterioro en el servicio”.