El Ayuntamiento de Gasteiz ha decidido prescindir del chupinazo que marca el inicio de las fiestas de La Virgen Blanca el 4 de agosto para evitar que se repitan las aglomeraciones que puedan dar lugar a un rebrote del covid-19 pero mantendrá el homenaje al personal sanitario con un acto institucional cerrado.

La concejala de Cultura, Estíbaliz Canto, ha anunciado en una nota de prensa esta decisión después de las últimas aglomeraciones registradas en la capital alavesa tras lograr el Kirolbet Baskonia el título de la Liga Endesa de baloncesto y las concentraciones vistas también en otros puntos de Euskadi con motivo de las fiestas.

"No queremos que en nuestra ciudad se repitan las aglomeraciones que hemos visto en otras localidades vascas" y en la capital alavesa, ha recalcado Canto, quien ha remarcado que en estas concentraciones "no se han respetado las medidas sanitarias necesarias para evitar rebrotes de la enfermedad".

"Muchas de las personas participantes en estos actos espontáneos ni llevaban mascarilla ni mantenían la distancia de seguridad. Ante el riesgo de que una situación similar se repita en nuestra ciudad, hemos decidido que el 4 de agosto no haya cohete. Es una decisión que adoptamos responsablemente porque entendemos que es lo mejor para la salud de los vitorianos", ha resumido Canto.

El Consistorio ha aclarado que mantendrán ese día el homenaje previsto al personal sanitario, uno de los colectivos que "más está sufriendo" con esta pandemia y que por su "implicación y dedicación" es merecedor de este reconocimiento. El Ayuntamiento de hecho está ya trabajando en la organización de un acto institucional cerrado al público.

De igual forma, el 4 de agosto se rendirá homenaje a la figura de Celedón en el transcurso de la gala de entrega del galardón Celedón de Oro que se desarrollará en el Teatro Principal.

El pasado mes de mayo y tras conocerse que los alcaldes de las tres capitales vascas habían acordado suspender la celebración de las fiestas, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, afirmó que eso no impediría que se pudiera honrar al Celedón y a la Virgen Blanca en actos de pequeño formato y siempre garantizando la salud.