Las Haurreskolak de la CAV reabrieron ayer sus puertas pese a las críticas de los sindicatos de “improvisación y la falta de planificación”. El Gobierno Vasco había anunciado que los progenitores que no tengan opción de teletrabajar tendrán prioridad para dejar a sus hijos en los centros, que tienen activado su protocolo de prevención frente al COVID-19. En Iparralde, alumnos de todas las edades volvieron ayer para las dos últimas semanas de clase presencial.