l virus no ha desaparecido. Seguirá cobrándose vidas, especialmente de nuestros mayores. Aparecerán algunos rebrotes. En la mayoría de los casos serán, según el argot veterinario, "errores de manejo", es decir, consecuencias de ambientes cerrados, mucha gente de muy diversa procedencia moviéndose y no respetando la distancia física de seguridad, mal uso de las mascarillas, faltas de higiene de manos, y -en ese orden-, de limpieza y desinfección del mobiliario y utensilios.

Apagados los ecos de los aplausos, silenciadas las palabras huecas de los políticos, exigimos que se cree un sistema capaz de tomar la delantera al virus y a los que vendrán. Que pueda detectar personas infectadas y realizar las encuestas epidemiológicas con rigor, fiabilidad y rapidez para aislar cualquier brote. Son precisos personal especializado, formación, equipamiento, sistemas de diagnóstico e investigación y, para ello, dotación presupuestaria. Pero me temo que, pasada la campaña electoral y, ante el previsible descenso veraniego de contagios y decesos, todo se vaya olvidando. Aquellos héroes aplaudidos se difuminarán en la memoria colectiva. Hasta la próxima.

Durante casi cien días, hemos publicado una Píldora/cápsula relacionada con el virus y la COVID-19 en el contexto del estado de alarma. Con el verano, llega la nueva normalidad y finalizamos el "tratamiento". Ha sido muy divertido y gratificante para mí transferir de forma altruista algo de conocimiento a la sociedad y hacer una crítica, muy suave, de la gestión, lamentando, eso sí, la pésima comunicación. Debo agradecer a todos los epidemiólogos veterinarios que me han informado. Al equipo de NOTICIAS DE GIPUZKOA y, sobre todo, a los fieles lectores, por su paciencia y comprensión.

Continuaremos recordando a Joaquín y Alberto, del vertedero de Zaldibar, y comprando producto local, de nuestros baserritarras.

Doctor en Veterinaria