- El nuevo Decreto de Habitabilidad del Gobierno Vasco favorecerá la construcción de balcones y terrazas de al menos cuatro metros cuadrados en las nuevas viviendas. Para eso, dejarán de computar en términos de edificabilidad. Además, las nuevas viviendas deberán ser de al menos 35 metros cuadrados y sus habitaciones de diez metros cuadrados o más.

El consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, dio a conocer ayer las líneas estratégicas del citado decreto, que busca mejorar y aumentar los estándares de la vivienda en Euskadi.

No existe en estos momentos una normativa para el conjunto de la CAV que regule las condiciones mínimas de habitabilidad (tanto de obras nuevas como antiguas), que se suele vincular a requisitos básicos de superficie y altura, confort térmico, equipamiento, salubridad, accesibilidad, uso y mantenimiento. También se tienen en cuenta la flexibilidad o versatilidad para adaptar la vivienda a las distintas etapas de la vida, así como a las nuevas necesidades y formas de vida actuales. Al fin y al cabo, se trata de que al diseñar los espacios de la vivienda se tengan en cuenta cambios como el envejecimiento y la dependencia.

Esos son también los criterios que ha tenido en cuenta el Gobierno Vasco en el nuevo decreto, que implica algunos avances sobre lo que ya es obligatorio, como garantizar el libre acceso a todos los recorridos y espacios del edificio y reservar en cada nueva promoción un número determinado de viviendas adaptadas a personas con movilidad reducida. También se exigen unas dimensiones mínimas en cada estancia (cocina, comedor-estar, aseo y al menos una habitación), que permitan su uso por personas con movilidad reducida sobrevenida o bien su adaptación con unos pequeños ajustes, lo que supone un salto cualitativo importante, según el Gobierno Vasco.

El texto también "desjerarquiza" la vivienda, de manera que en lugar de un dormitorio principal y otros secundarios, establece que todas las habitaciones deben tener un mínimo de diez metros cuadrados cada una (11,5 metros si incorporan el espacio de almacenamiento). Solo la tercera habitación podría ser algo menor (8,5 metros como mínimos), "siempre y cuando se incorporen tres metros extra a la sala", dice el decreto. El objetivo, según explicó ayer el consejero, es que las habitaciones no sean sólo un lugar para dormir, "sino un espacio multifunción, para estudiar, trabajar, jugar o relacionarse".

La perspectiva de género también se ha tenido en cuenta y se han eliminado recovecos y ángulos ciegos que creen inseguridad en portales y zonas comunes. También se integran los espacios de estar-comedor-cocina, "con el fin de que las tareas del hogar sean visibles y puedan ser compartidas por el conjunto de la unidad familiar".

La superficie mínima de la vivienda se fija en 35 metros cuadrados y la de la cocina es de siete metros cuadrados (conectada o contigua al espacio de estar-comedor).

Según Arriola, el decreto "se ha anticipado" a la realidad del confinamiento forzoso de estos meses, que ha puesto de manifiesto "las limitaciones de nuestras actuales viviendas para situaciones similares o para nuevas funciones como el teletrabajo". "El confinamiento ha confirmado que íbamos en la buena dirección y ha ratificado la importancia de las zonas exteriores -balcones o terrazas- como espacios para vivir, como zonas de estancia abiertas al aire libre, a la calle y al resto de los vecinos", afirmó.

El decreto ha incorporado 185 de las 732 observaciones, alegaciones y propuestas presentadas y se remitirá al Parlamento Vasco, con intención de que pueda aprobarse a finales de año.

Balcones. Se favorece la creación de espacios exteriores de al menos cuatro metros cuadrados haciendo que no computen en términos de edificabilidad.

Desjerarquización. En lugar de un dormitorio principal y otros secundarios muy reducidos, todos deberán ser de al menos diez metros cuadrados.

Cocina. Deberá estar integrada o ser visible desde la zona de estar para que las tareas del hogar sean visibles y puedan ser compartidas.