Unos 74.000 enfermeros se han contagiado de COVID

Asimismo, el trabajo indica que durante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 sólo tres de cada diez enfermeros ha sido sometido a más de una prueba diagnóstica de la enfermedad, y ocho de cada diez han tenido que reutilizar las mascarillas FPP-2 o FPP-3 para atender a los pacientes afectados por el nuevo coronavirus.

Por ello, los profesionales suspenden con un tres sobre diez la cantidad y calidad del material de protección que han tenido a su disposición. “La alta afectación de la enfermedad dentro del colectivo enfermero, la falta de suficiente material y equipos de protección, así como de pruebas diagnósticas de COVID-19, y las graves consecuencias que su lucha contra la enfermedad ha supuesto nivel personal y familiar son algunas de las principales conclusiones del estudio y que refrendan las sucesivas y reiteradas denuncias que desde la organización sindical se han realizado”, han dicho desde Satse.

Y es que, según el estudio, nueve de cada diez profesionales encuestados han trabajado durante la crisis sanitaria y han tenido contacto con pacientes diagnosticados o sospechosos de coronavirus (91%). Asimismo, las pruebas que se les ha realizado han sido PCRs en el 56,2% de los casos, test rápidos en el 53,7% de los casos y estudios serológicos en el 46,4%.

Respecto a la protección con la que han contado para realizar su trabajo, la cantidad y calidad del material disponible ha sido valorado por los profesionales durante las peores semanas de la pandemia con 3,46 puntos sobre diez.

Asimismo, tres de cada cuatro enfermeras consideran que necesitarían más información y formación sobre el manejo de los EPI (76,32%), y más de uno de cada tres declaran no haber recibido ningún tipo de información y formación al respecto (35,83%).