oy comienzan en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) los exámenes de acreditación lingüística de euskera de HABE.

12.161 personas se presentarán a la primera de las tres convocatorias que les permitirán acreditar los perfiles B2, C1 y C2.

Muchas de estas personas, pese a que todavía no hace una semana que se dio luz verde a la movilidad entre territorios de la CAV, se desplazarán a Bilbao desde otros municipios vascos en un momento en el que la evolución positiva de la pandemia de COVID-19 ha sufrido un retroceso con los brotes de Basurto y Txagorritxu.

Desde Donostia acudirán a Bilbao Lide Oyarzabal, Ainhoa Elizalde, Sara Plazaola y Enara Iribarren. Las tres primeras, al haber preparado prueba en la ikastola con el apoyo de un euskaltegi, no tendrán que hacer el examen oral en el BEC, sí por contra Enara Iribarren, que se presenta por libre al examen, al igual que otras 3.108 personas.

Pero, más allá del aspecto puramente académico, en esta ocasión conseguir la acreditación conlleva un desplazamiento nada habitual, dado que con anterioridad cada territorio disponía de una sede para acoger los exámenes.

Acudir a Bilbao, en las circunstancias actuales, ha hecho que en algunos casos los padres y madres de estas jóvenes, de edades comprendidas entre los 16 y los 17 años, hayan tenido que pedirse un día de fiesta para llevarlas o traerlas ya que, en la mayoría de los casos, ni tan siquiera coinciden los turnos en los que efectuarán las pruebas para compartir vehículo Estas cuatro amigas donostiarras lamentan que no puedan organizarse para ir juntas, aunque las que han evitado hacer la prueba oral se congratulan de haber superado este escollo de forma más sencilla.

“Hemos tenido mucha suerte y lo más difícil que nos queda es la prueba de expresión escrita”, subraya Sara Plazaola. “Con un audio que grabamos en casa hemos podido superar la parte oral. Habrá que ver la prueba escrita, que no me fío nada”, añade Ainhoa Elizalde.

Lide Oyarzabal y Sara Plazaola aseguran haber tenido “suerte” ya que al organizarse los grupos por orden alfabético les ha tocado ir juntas el día 17. En esta ocasión serán los padres de Oyarzabal quienes acerquen a las jóvenes hasta el BEC. Ainhoa Elizalde también podrá acudir con otra amiga no presente en la conversación y con los padres de esta última.

Enara Iribarren será la primera en tener que desplazarse a Bilbao mañana por la mañana. No conoce la zona y finalmente serán sus padres quienes la lleven y la traigan para evitar problemas con el transporte.

Pese a que se ha anunciado el aumento de las frecuencias del transporte público estas jóvenes no se han querido arriesgar y finalmente acudirán a Bilbao en vehículo privado. “En nuestro entorno casi todos irán con sus padres o con los padres de los amigos”, aseguran.

A la adopción de esta decisión ha contribuido también la situación que se está viviendo con el COVID, que obliga a la adopción de medidas excepcionales para la realización de los exámenes que se desarrollarán desde hoy hasta el día 19 de junio en dos convocatorias diarias para evitar aglomeraciones y en salas con aforo máximo de 80 personas que estarán separadas por una distancia de dos metros.

Además, quienes acudan a examinarse al BEC tendrán que utilizar mascarillas, gel hidroalcohólico y tomarse la temperatura el día previo.

Esta situación tan excepcional no contribuye a serenar los ánimos de estas cuatro jóvenes. Enara Iribarren es la que más nervios evidencia. “No conozco a nadie que se presente a la convocatoria abierta ni conozco el BEC, por eso he preferido no ir en autobús y andar perdida por Bilbao buscando el metro”, apunta.

“Nos hubiera gustado que fuera aquí, te da más seguridad y además no tendríamos que molestar a nuestros padres. No nos parece muy bien que todo Euskadi tenga que ir a Bilbao. No le vemos mucho sentido”, se quejan casi al unísono.

Lide, Ainhoa, Sara y Enara irán ya preparadas para adoptar las medidas de protección solicitadas dado que, explica Oyarzabal, desde el euskaltegi ya se les ha explicado qué es lo que tienen que hacer.

“Preguntamos en la ikastola pero no saben gran cosa. Uno en clase preguntó qué podía hacer porque con mascarillas y gafas se defiende muy mal, porque se le empañan”, apunta Plazaola.

“Lo de la distancia no se nos hace tan raro, en este tipo de exámenes siempre la hay para que no veas lo que escribe la persona del al lado”, señala Elizalde. “Lo más molesto y lo que se nos hará más raro es lo de hacer el examen con mascarilla. Nos agobiaremos”, insiste Lide Oyarzabal.

En el BEC estarán pendientes de cumplir con todas las normas de protección, aunque reconocen que en su día a día normal y cuando están juntas no lo hacen tanto.

Lo que no les ha afectado ni les ha puesto más nerviosas es la aparición de un brote de COVID en Basurto. “La verdad es que no lo hemos comentado. Once de la cuadrilla vamos a hacer el examen y este tema no nos pone nerviosas”, coinciden en señalar estas jóvenes.

Ahora les toca concentrarse e intentar que la prueba salga lo mejor posible. Con mascarilla o no lo que quieren es poder sacar el C1. “Nos han dicho que es más fácil que el EGA y esperamos que sea así”, concluyen estas cuatro amigas. “Intentaremos sacarlo, aunque yo creo que lo tengo más complicado”, concluye Iribarren resignada.

“Yo me presento por libre y a mí me toca hacer el oral, creo que lo tendré más difícil que las otras”

Estudiante

“A mantener la distancia en un examen estamos acostumbradas, a las mascarillas no”

Estudiante

“Nos hubiera gustado que el examen fuera aquí, no tiene sentido ir todos hasta Bilbao”

Estudiante

“Hemos tenido mucha suerte porque este año ni tendremos que examinarnos del oral”

Estudiante