- El del turismo es uno de los sectores más fuertemente azotados por la crisis sanitaria del coronavirus y, aunque a mediados de marzo la desazón se instaló entre los trabajadores, parece que poco a poco se atisba la luz al final del túnel. Aunque el grueso de la oferta hotelera de Gipuzkoa, y principalmente de Donostia, no abrirá sus puertas hasta finales de este mes o comienzos de julio, cuando se espera que todo el Estado haya superado la desescalada y se instaure la nueva normalidad, comienzan a abrir los primeros establecimientos, aunque de momento, todavía de forma testimonial.

En la capital guipuzcoana, Atotxa Rooms es una de las excepciones, ya que se ha mantenido abierto durante la pandemia. Esta modesta pensión de apenas siete habitaciones se prestó a alojar a los trabajadores esenciales como sanitarios, transportistas o personal de obra y así han aguantado hasta que se ha comenzado a normalizar la situación.

“Este fin de semana hemos tenido a una familia de Arrasate que simplemente querían salir del valle. La gente quiere salir y están entrando reservas”, asegura Maite Soroa, que apunta que las reservas de verano comienzan también a asomar: “Se está animando. La gente está con ganas de salir y, aunque hay mucho bajón a nivel extranjero, si tenemos turismo nacional, bienvenido sea”.

Durante los meses de confinamiento, Atotxa Rooms ha echado mano de la tecnología para reducir la presencia en la recepción lo menos posible, aunque poco a poco van retomando la normalidad. “Es una pensión de siete habitaciones y la única zona común es el pasillo y el ascensor, porque no tenemos restaurante. Tenemos instalados higienizantes, damos a los clientes mascarillas y guantes... Ahora mismo la desinfección es muchísimo más profunda y todo ayuda”, cuenta.

Con la vuelta de los clientes, esperan que el sector pueda superar una complicada crisis.

“Hemos aguantado como hemos podido y ahora es cuestión de volver a relanzar y con un poco de ayuda que nos den las instituciones a ver si somos capaces de seguir”, plantea, a la vez que demanda un esfuerzo por aprovechar la baja incidencia del coronavirus en Gipuzkoa para promocionar el destino.

“Es algo que ayuda. No es lo mismo los problemas que han tenido las grandes capitales, que lo que nos ha pasado a nosotros. Además, la gente que viene aquí lo que quiere es pasear y de eso tenemos un montón. Hay que promocionar el destino para que venga la mayor gente posible”, sentencia.

En el hotel Zenit han “comenzado a ver a luz” tras muchas semanas de oscuridad. Abrieron al público el pasado 25 de mayo y, tras una primera semana “muy tranquila”, empiezan a coger ritmo de trabajo. Así lo confirma su directora, Raquel Casado, que explica que si la semana pasada la ocupación media era de cinco habitaciones, esta ha subido a 25. “Estábamos notando que por parte del cliente corporativo había necesidad de que hubiera alguno abierto, aunque todavía no haya tanto turista”, explica Casado, que agradece a sus clientes que se lo estén poniendo todo tan “fácil”.

Pese a decidir abrir, todavía lo hacen limitados. La baja ocupación les impide tener el restaurante abierto, por lo que han llegado a un acuerdo con una pastelería donostiarra para servir el desayuno en la propia habitación, mientras ofrecen información sobre restaurantes cercanos para salvar las comidas o las cenas. De otra forma, no salía rentable.

Sin embargo, esperan que en un plazo de dos semanas este servicio se vuelva a recuperar, y es que, en los últimos días, el volumen de reservas ha comenzado a despegar. “La gente estaba paralizada porque no sabía cuánto iba a durar esto, pero el mensaje del Gobierno de que va a haber verano sí que se ha notado. El cliente nacional está haciendo búsquedas para julio pero sobre todo para agosto y se notan cada día picotazos. Además, confiamos en que se abran las fronteras y que llegue el cliente francés y el británico y empecemos a notar una mayor ocupación”, explica Casado.

Todo será necesario para que el sector se recupere de un golpe “brutal” cuyas pérdidas todavía no es capaz de cuantificar. Por ello, reclaman un esfuerzo por parte de las instituciones locales para promocionar Gipuzkoa y Donostia como destino. “Tenemos que hacerlo más que nunca, que las instituciones promocionen que tenemos monte, mar... No es un destino covid free -libre del virus-, pero se pueden hacer planes sin peligro de contagio. Los que vivimos aquí lo sabemos, pero tenemos que contarlo a los posibles clientes que pueden venir. Tenemos que apuntar esa promoción a los clientes o los países que queremos que vengan”, insiste Casado, que asegura que los buenos datos sobre la incidencia del coronavirus en Gipuzkoa debe servir de acicate para atraer turistas. “Es una oportunidad más y puede ayudar a que sea un destino preferente este verano”, asevera.

Hoy llegará el turno del NH Aranzazu, el próximo lunes abrirá el Silken Amara Plaza. El sábado 26 lo hará Arbaso y paulatinamente se irán reincorporando los demás. Porque el sector turístico también ansía que se instaure la nueva normalidad.

“Hemos aguantado como hemos podido y ahora es cuestión de ver si somos capaces de seguir”

Atotxa Rooms

“Hay que promocionar que tenemos monte, mar... y que se pueden hacer planes sin peligro de contagio”

Zenit San Sebastián