l coronavirus ha cambiado la realidad que conocíamos en muchos ámbitos y el de las sidrerías es uno de ellos. Si la irrupción de la pandemia cogió de lleno la temporada del txotx, obligando al cierre de estos establecimientos, su reapertura se está dando en un ambiente desconocido para casi todos. Y es que ni habrá txotx como hasta ahora, ni mesas corridas, ni las aglomeraciones tan típicas de estos locales que durante las últimas semanas se han preparado para la nueva realidad que se les avecina.

De hecho, ayer abrió sus puertas la sidrería Lizeaga de Donostia, el miércoles lo hizo Saizar de Usurbil, hoy llega el turno de Petritegi (Astigarraga), Calonge (Donostia) y Astiazaran (Zubieta), mientras se espera que a lo largo de la próxima semana vayan incorporándose el resto.

Según explicó ayer la asociación Euskal Sagardoa, la gran protagonista de la reapertura será la botella de sidra, ya que los comensales no podrán hacer uso de las kupelas -salvo alguna excepción y siempre en grupos reducidos-, sino que tendrán que consumir en la mesa, mientras que se les dará la opción de comprar el producto para llevárselo a casa. De hecho, desde Euskal Sagardoa recordaron que los clientes podrán degustar y gozar de las sidras de cápsula y pequeña manzana, roja y dorada que “estarán en su pleno esplendor y en su momento de óptimo consumo”. En Saizar, por ejemplo, el menú se puede descargar a través del móvil.

Además, al igual que en los bares, tanto en las terrazas como en los comedores se limitará el aforo al 50% de la capacidad y se respetarán las distancias y los protocolos de seguridad. Por ello, se han activado las reservas online y Sagardoa Route dispone de un motor de reserva automática para toda la oferta del verano.

La sidra deberá degustarse en botella, sentado en la mesa, y podrá comprarse para disfrutarla en casa