- La Fundación Biozientziak Gipuzkoa ha puesto en marcha una convocatoria extraordinaria para la financiación, por medio de ayudas en forma de subvención, de proyectos de I+D+i que contribuyan a la prevención del contagio, a un mejor diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes infectados por el coronavirus. El diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, Imanol Lasa, y el director general de Kutxa Fundazioa, Ander Aizpurua, destacaron que la convocatoria, a la que se han destinado 455.000 euros, tiene como objetivo maximizar el potencial del ecosistema ligado a las biociencias en Gipuzkoa, para dar respuesta a la situación de emergencia derivada de la crisis sanitaria causada por el COVID-19.

Un total de 26 propuestas de empresas, start-ups, centros de investigación colaborativa y centros tecnológicos se presentaron a la primera fase de la convocatoria, que concluyó a principios de abril. Posteriormente, la consultoría especializada en Biotecnología Silo, conjuntamente con personal técnico de la Fundación y de Bioef, que aglutina a los centros de investigación sanitaria de Osakidetza, seleccionó 8 proyectos, solicitándose a las entidades aspirantes información más completa y detallada. Finalmente, fueron escogidos cuatro proyectos, concretamente los desarrollados por Somaprobes, que será apoyado con 150.000 euros; Microliquid, con 150.000 euros; Donostia International Physics Center, con 85.000 euros y Naru Intelligence, con 70.000 euros.

La Diputación y Kutxa crearon a finales de 2011 la Fundación Biozientziak, una iniciativa conjunta con el objetivo de contribuir al desarrollo de las biociencias. En 2016, se renovó el patronato y se redefinieron los estatutos para adaptarlos al contexto actual. Los fondos para poder desarrollar la actividad de la fundación se aportan a medias entre las dos instituciones que participan. La mayor parte del presupuesto se orienta a apoyar a start ups del sector biosanitario y a personas emprendedoras. Además, entre los objetivos de la fundación, también se busca impulsar la excelencia en la investigación, la generación de nuevo conocimiento y la transferencia tecnológica, así como la sensibilización sobre la importancia del sector biosanitario en Gipuzkoa.

Naru Intelligence. Las fechas previstas, a partir del inicio del proyecto son: desarrollo de primeros sensores hacia finales de año, primeros prototipos operativos en hospitales en la primavera de 2021, e implantación en el mercado en el verano de 2021. StepCare ayuda a evitar el posible colapso de un sistema sanitario en una situación de emergencia sanitaria como consecuencia de la fuerte demanda ocasionada por una situación de pandemia, reduciendo las visitas médicas presenciales y con ello la exposición del personal médico.

DIPC. El proyecto propone el desarrollo de una plataforma de nuevos sensores para la detección vírica. Mediante la combinación de diferentes métodos basados en técnicas físico-químicas, se pretende alcanzar una mayor fiabilidad de pruebas garantizando un diagnóstico rápido. Detectará la carga viral tanto en personas como superficies. Las fechas previstas, a partir del inicio del proyecto son: desarrollo de primeros sensores hacia finales de año, primeros prototipos operativos en hospitales en la primavera de 2021, y salida al mercado en el verano de 2021.

Microliquid Desarrolla un sistema portátil para el diagnóstico rápido del COVID-19. Este dispositivo será validado en la red hospitalaria y ambulatoria de Osakide-tza, y ofrecerá resultados, basados en la técnica PCR, en 15 minutos, frente a las 5 horas de la mayoría de los sistemas actuales. La empresa cuenta con todo el equipo técnico e infraestructuras para el proceso de fabricación del dispositivo trabajando bajo certificación ISO 13485, necesaria para la fabricación de productos biosanitarios. Es una de las pocas en el mundo con esta capacidad.

Somaprobes. Corona-Test es una prueba de tira de flujo lateral similar a la conocida prueba de embarazo, cuyo principal impacto es proporcionar a los sistemas de salud una herramienta de diagnóstico para ayudar a prevenir y controlar la propagación del coronavirus y los futuros brotes. El proyecto dio comienzo a principios de abril y actualmente está en la fase de validación de prototipos, y hasta el momento se ha testado en 244 pacientes con la colaboración de los centros de investigación sanitaria de Osakidetza.