DONOSTIA. El hotel María Cristina de San Sebastián ha cerrado sus puertas tras recibir el alta el último paciente con covid-19, de los 58 que han sido atendidos en sus instalaciones desde que comenzó la pandemia, y encara trabajos de desinfección para reabrir sus instalaciones el 1 de julio.

El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, la gerente del Hospital Donostia, Itziar Pérez, y el coordinador del proyecto de Osakidetza, Antonio Arraiza, han quitado este viernes los carteles colocados en las puertas del citado establecimiento hotelero que indicaban que el mismo se había habilitado para atender a pacientes con coronavirus.

El Consistorio donostiarra anunció el pasado 28 de marzo que facilitaba a Osakidetza el María Cristina para ingresar pacientes leves y el 7 de abril ingresaron los primeros pacientes y este pasado jueves se dio el último alta.

El alcalde donostiarra ha explicado, en declaraciones a los medios, que esta noticia "hace esbozar una sonrisa". En este sentido, ha insistido en que "es motivo de alegría" que este hotel que durante las últimas semanas ha servido para dar respuesta a la grave situación que vivimos deje de hacerlo porque no es necesario".

"Cuando pusimos esta instalación al servicio de Osakidetza para dar respuesta a la situación decía que creo que es un gesto simbólico que hace la ciudad de saber en los momentos dulces disfrutar con instalaciones como éstas y saber responder también en los momentos duros haciendo lo que hay que hacer", ha explicado.

De este modo, el Ayuntamiento recupera ahora el María Cristina que cierra sus puertas para "proceder a los trabajos de desinfección y de preparación del mismo para que vuelva a cumplir la función que ha cumplido históricamente con la previsión de que el 1 de julio pueda ser reabierto siempre en esa incertidumbre en la que vivimos instalados y en función de los acontecimientos".

Goia ha agradecido a todo el personal sanitario y a Osakidetza por el trabajo realizado, "el aplauso de todos los días a las ocho lo sentimos de corazón y es un aplauso que hoy también quiero dar".

Además, ha aprovechado para "lanzar un mensaje de precaución, ver que la enfermedad remite en nuestra ciudad no nos debe hacer bajar la guardia. lo hemos pasado mal y depende de nosotros que esto no vuelva a suceder".

"Para que sea posible que podamos retomar la normalidad es imprescindible que cada uno de nosotros no perdcamos la conciencia de loq que supone este problema y este reto, sigamos manteniendo la guardia alta", ha insistido.

Por su parte, Arraiza ha realizado un "balance muy satisfactorio" de esta experiencia. "Había una necesidad dentro de la lucha asistencial por la pandemia y se ha cubierto", ha indicado.

Según ha explicado, en el María Cristina se ha atendido a pacientes "que estaban en el hospital y eran estables, tenían una buena evolución y bien por necesidades del hospital podía adelantarse algo el alta" y también a "pacientes que tenían un problema de aislamiento en sus casas, bien por ellos o porque convivían con personas vulnerables, personas mayores, embarazadas, con determinadas enfermedades o porque donde vivian no reunían las condiciones para tenerlo".

"El personal de la OSI de Donostialdea y otras OSIS han hecho un trabajo coordinado con los hospitales de Gipuzkoa y la atención primaria y ha sido una experiencia muy satisfactoria", ha subrayado, para añadir que "hemos aprendido todos".

En total han sido atendidos "58 pacientes con estacia media de unos 14 días", ha indicado. En cuanto a su estancia en el hotel, ha apuntado que "la vida para ellos ha sido aburrida, la que tenía que ser", ya que "conforme se les hacía la admisión iban a su habitación donde han estado los 14 días, han sido controlados y seguidos por facultativos y enfermería". "No ha habido ningún problema han sido pacientes estables, leves y autónomos y han podido en base a las pruebas y test realizados coger el alta dándose el último ayer", ha apuntado.

Preguntado por alguna anécdota que se haya vivido con estos pacientes, ha señalado que alguno no se quería ir pese a estar bien al día 11 porque pensaba que iba a estar 14 días en el hotel.

En todo caso, ha aclarado que "los pacientes no han tenido la sensación de estar en un hotel de lujo", ya que "aunque la jaula sea de oro es una jaula" y no es "plato de gusto" para nadie estar ingresado. Autor: ARAL/IDA