a movilidad va dirigiéndose poco a poco a la normalidad. Con la entrada ayer en la fase 1 de la desescalada, la apertura de pequeños comercios y de las terrazas en la hostelería se concretó un aumento de los viajes en Euskadi que, según fuentes del Gobierno Vasco, se elevó hasta las 18.00 horas de ayer, a una media de un 35% en los transportes públicos de Euskadi con respecto al pasado lunes, jornada que también registró un crecimiento importante de usuarios.

Ayer la novedad en las medidas de contención del virus auspiciadas desde el Gobierno Vasco fue la toma de temperatura instantánea a los viajeros que lo desearan antes de acceder a los trenes, metro o autobuses. Voluntarios de la DYA, en Gipuzkoa y Bizkaia, y de la Cruz Roja, en Araba, fueron ayer los encargados de activar el nuevo proceso voluntario.

La dinámica es sencilla. El usuario, antes de pasar su tarjeta por la canceladora, se para ante las compuertas cerradas y desde el otro lado, y a la distancia obligada de dos metros, el voluntaria de la DYA orienta el aparato hacia el rostro del usuario. En un segundo aparece el resultado, en este caso de 36,9 grados, por lo que puede acceder a los andenes del metro. "Aunque un viajero diera positivo también podían haber usado el transporte ya que su acceso no puede ser prohibido por los voluntarios de la DYA. Carecen de capacidad legal para ello", explicaron fuentes de esta asociación.

"En caso de superar los 37,3 grados se le tomaría una segunda medición para confirmar, se le informaría de su situación y se le recomendaría no entrar al transporte, es lo que podemos hacer". Considera que "estas mediciones no son la panacea pero sí sirven dentro del conjunto de medidas tomadas para evitar al máximo la infección en transportes".

De darse el caso de que un usuario con fiebre decida no seguir las recomendaciones de los voluntarios, estos podrían apoyarse en los miembros de seguridad de las estaciones públicas, quienes sí tienen la autorización para obligar al usuario a no coger el medio de transporte.

Para la jornada de ayer en Gipuzkoa, en la que los voluntarios de la DYA estuvieron tomando la temperatura a los pasajeros de la estación de Euskotren de Amara, se utilizaron termómetros infrarrojos que darán paso "en los próximos días" a cámaras térmicas portátiles.

Con estos aparatos de la marca Hikvisión serán capaces de tomar la temperatura a 60 personas por minuto con total fiabilidad "y a una distancia de entre 1,5 y 2,5 metros, que es una de las características necesarias ahora mismo". Esta circunstancia, con el hecho de ser rápidas en la medición, además del anonimato de las personas testadas, son las claves para optar por este dispositivo.

La detección de viajeros con fiebre proseguirá a lo largo de todo el próximo mes en diferentes puntos de la red de transportes públicos de Euskadi que irán designando las autoridades responsables.

En Gipuzkoa, los voluntarios se establecerán cada día en una estación diferente de Renfe desde las 7.00 horas a las 15.00 horas hasta este viernes. Para la jornada de hoy se situarán en la parada de Anoeta.