Guía foral para la atención a la violencia sexista

Según explicó la directora foral de Igualdad, Miren Elgarresta, esta guía pretende ser “un instrumento útil” para dar respuesta de forma efectiva y rápida a las peticiones de ayuda de las mujeres que puedan estar sufriendo agresiones y situaciones violentas durante el confinamiento.

El documento es fruto de un trabajo compartido con los ayuntamiento de Gipuzkoa y se perfila como una propuesta “abierta” que permita hacer frente a la situación en la fase de desescalada y también con posterioridad.

Durante el tiempo que ha durado el confinamiento “las mujeres víctimas de situaciones violentas han tenido que echar mano de estrategias de contención para poder gestionar la convivencia y sobrevivir, teniendo que contenerse por un lado por ellas mismas y, por otro, por las personas con las que convive, incluido el agresor”, explicó Elgarresta.

Es por ello que las herramientas de atención tienen que adaptarse a esta realidad y al nuevo marco que “nunca antes había vivido nuestra sociedad”.

Hay una realidad, la disminución de las denuncias por violencia machista, que esconde otra: que en la situación de confinamiento “aumenta la sensación de control de los agresores y también los factores que inhiben a las mujeres a la hora de denunciar a su agresor”.

Con la desescalada llegará el momento de enfrentarse al escenario que se deriva de esa realidad al que el documento Violencia sexista durante la crisis sanitaria. Guía para administraciones locales quiere dar respuesta.

En esta guía se contemplan tres niveles: la atención, la detección y la sensibilización y se recogen las pautas para intervenir por parte de las administraciones locales.

En lo que a la atención se refiere, prevalecerá la vía telefónica y el uso de la mensajería instantánea. Este servicio, principalmente dirigido a mujeres víctimas de violencia machista y a menores también víctimas de esta violencia, tiene como principal objetivo prestar “los primeros auxilios psicológicos en el contexto de confinamiento”.

Hay que diferenciar este servicio del de atención a situaciones de urgencia por el 112 o el Servicio Foral de Coordinación de Emergencias, a los que las personas que prestan el servicio a nivel municipal pueden derivar a la mujer o menor cuando consideren que la situación lo requiere, como también le pueden orientar a los recursos de atención en materia de contención, acompañamiento o información.

En materia de detección, sobre la premisa de que “los hogares no son siempre lugares seguros” y que cuando no lo son el confinamiento puede agravar la situación, se fijan unas pautas que ayuden a detectar estos casos bien de forma presencial (con reparto de alimentos etc.) o telefónica y se proponen las formas en las que quien atienda a las personas puede obtener la información necesaria para proceder en consecuencia.

La tercera pata de la guía es la sensibilización. En este apartado Diputación propone a los ayuntamientos posibles formulas a utilizar en los mensajes y forma de transmitirlos.

Por último, el documento incluye una nómina de buenas prácticas para los Consistorios, que tiene como premisa de partida la puesta en marcha de los teléfonos y servicios de mensajería específicos para prestar la atención necesaria.

Servicio de atención a víctimas En la CAV: 900 840 111.

En el Estado: 016.

Emergencias. 112.