- “La ropa que se pruebe el cliente se pasa por la plancha de vapor a setenta grados. Es algo que tenemos que hacer por el momento, pero no creo que haya que ver la cuarentena como algo tan tremendo. Hemos abierto el negocio, tratando de ir tomando el pulso a la nueva situación, poniendo todo en orden y haciendo limpieza. Hace falta reencontrarse poco a poco, y que los clientes vengan. Hay que normalizar las cosas, eso sí, con todas las medidas que nos han recomendado, con el uso de mascarilla y el gel incluidos. Desde luego que el parón económico está influyendo mucho, pero no cabe otra que comenzar a andar. Yo, por lo menos, no quiero ver las cosas de un modo tan negativo. Me he propuesto dejar la negatividad fuera, porque no se puede venir a la tienda con la cara triste. Hacen falta ganas y energía. Entre todos tenemos que hacer un esfuerzo y pensar que algún día recuperaremos nuestra vida normal.