ecíamos en una Píldora/cápsula anterior que para hacer un RT-PCR era necesario, entre otras cosas, un aparato que se llama termociclador. Unos 10.000 euros el más sencillo. En este clima de voluntarismo y buenismo que, de momento, atravesamos, podría ocurrir que alguien comprara uno, lo instalara en su cocina o en una bajera, por ejemplo, y se ofreciera a las autoridades sanitarias para realizar analíticas en serie. Seguramente, le agradecerían su altruismo, pero le explicarían que no es eso, exactamente, entre otras cosas, porque el laboratorio tiene que estar "acreditado" para realizar esa técnica.

En cada estado miembro de la UE, en virtud de un reglamento, existe un único organismo nacional de acreditación. En España se llama ENAC, que debe garantizar si se dispone de personal, de los equipos e instalaciones necesarios, equilibrados y correctamente mantenidos, que los métodos y procedimientos que utilizan son los correctos y están ejecutados con la pericia necesaria, de acuerdo a las mejores prácticas técnicas, y que la actividad está sometida a un estricto control de calidad. De esta forma, los informes que emita ese laboratorio dispondrán de reconocimiento del resto de los estados europeos. Es normal que un laboratorio esté acreditado para unos ensayos y no para otros. Y este procedimiento, que no es cosa baladí, lleva su tiempo. Y un laboratorio de investigación y/o prácticas para el alumnado, no es igual a uno de análisis clínicos. Entiendo el criterio de la consejera, mejor gestora que comunicadora. Puede ser uno de los motivos de la demora en la solicitud de colaboración a los investigadores de la UPV/EHU que, seguro, no estarán acostumbrados al ritmo y condiciones con los que se trabaja en los laboratorios de Osakidetza. Quizás tampoco hagan falta. Como el hospital de campaña que demanda Iturgaiz.

No nos olvidemos de Joaquín y Alberto, del vertedero de Zaldibar. Acordarse de comprar producto local.

Doctor en Veterinaria