- La crisis sanitaria provocada por el coronavirus está trayendo también consigo una crisis económica que está dejando en una difícil situación a un buen número de familias. Así lo hace saber Cáritas Gipuzkoa, que ayer informó de que, desde el pasado 18 de marzo, está atendiendo a 1.023 familias, con un dato que llama la atención, y es que el 37% de esas familias, es decir, cerca de 400, no habían tenido contacto anterior con la entidad, por lo que su situación actual está directamente relacionada con la crisis provocada por el COVID-19.

"Ya preveíamos que la situación se iba a agravar de forma importante. Durante los primeros 15 o 20 días el incremento fue del 25% más o menos, pero el número de familias que no habían tenido contacto con Cáritas está aumentando día a día, lo que no implica que no estuvieran en alguna situación de dificultad, pero sí que podían vivir de una manera más o menos autónoma con sus propios medios. Vamos por un 37% y la tendencia es que va a ir subiendo", señala a este periódico Jon Telletxea, responsable del área de acción territorial de Cáritas.

Colectivos que tenían una situación "más vulnerable" debido a "trabajos más precarios" se están viendo muy afectados: "El confinamiento ha provocado un corte radical en todas las dinámicas de vida de todo el mundo, pero el colectivo que se ha visto más afectado y que más ha empeorado es el de aquellas personas en situación más vulnerable, que tenían trabajos más precarios. Los ayuntamientos y las instituciones han puesto en marcha iniciativas específicas para paliar esa situación de necesidad, pero hay familias cuya situación se agrava por no poder cumplir los requisitos para acceder a esas ayudas públicas".

Jon Telletxea desgrana que "los más afectados son los trabajos precarios, concretamente el servicio doméstico, ya sea por el miedo a contagios o porque hay personas que trabajan desde casa y que de alguna manera pueden cuidar a sus familiares. El ámbito doméstico ya de por sí es muy precario y las condiciones laborales no son las mejores". También está solicitando ayuda "gente en situación de ERTE y que no va a cobrar hasta mayo", señala el responsable del área de acción territorial de Cáritas Gipuzkoa: "La Administración pone en marcha ayudas que igual no son tan ágiles como se necesitaría. Hay personas que no van a cobrar hasta mayo la prestación, pero necesitan algún tipo de ayuda para cubrir necesidades básicas. No es la mayoría de los casos, pero hay algunos. Son familias que ya tenían problemas importantes y que los solucionaban como podían, pero en este momento, tal y como está el ámbito laboral, no pueden conseguir ni unas horas de trabajo".

"Son muchas", señala Telletxea haciendo referencia a esas 400 familias que están pidiendo por primera vez ayuda a Cáritas: "Es una situación que asusta o al menos crea una sensación de incertidumbre por el escenario que espera después del confinamiento no solo a corto plazo, sino a medio-largo plazo, porque probablemente la situación se va a arrastrar en el tiempo y eso nos preocupa mucho. Hay incertidumbre sobre cómo va a ser la desescalada. En determinados sectores será más lenta, como el turístico y de hostelería. Pensamos que, aunque se cobren las prestaciones del ERTE, hay familias que igual no tienen colchón ni redes de apoyo y se pueden producir endeudamientos porque no van a poder hacer frente a ciertas situaciones cobrando el 70% de lo que cobraban hasta ahora".

Cáritas Gipuzkoa está tratando estos días de solventar las situaciones más urgentes, pero Jon Telletxea es consciente de que tocará hacer actuaciones más profundas: "La primera respuesta tenía que ser cubrir aquello que fuera básico y que ayudara a hacer frente a esta situación que se ha creado. Cuando se levante el confinamiento, habrá acompañar de forma más integral a estas familias que estamos ayudando y ahí tendremos que ver cómo ayudar no solo en el ámbito de la subsistencia (alimentación, higiene, medicamentos), sino hacer una valoración más en profundidad de la ayuda necesaria en otros conceptos. Por ahora se trata de contener necesidades más urgentes".

Telletxea, que explica que también han destinado parte de su dinero a apoyar "situaciones muy excepcionales y dramáticas" en el ámbito de la vivienda "para evitar un deterioro de la convivencia", es consciente de que su trabajo tiene que ir "complementado con el de otras entidades": "Con la Administración hay conversaciones fluidas para trasladar la realidad que hay y para ver qué recursos se pueden movilizar. Cáritas no puede responder a todas estas necesidades".

"El ámbito doméstico ya es de por sí muy precario y es uno de los sectores más afectados"

Responsable área terr. Cáritas Gipuzkoa