- El lehendakari, Iñigo Urkullu, presentó ayer su plan de desescalada o de "transición a la nueva normalidad", que está condicionado a las limitaciones que puedan establecer las autoridades sanitarias y que será el que presente al Gobierno español. El plan se centra en cinco medidas de descompresión social y económica que el lehendakari considera prioritarias.

La primera de ellas, "y más importante", en palabras de Urkullu, es posibilitar salidas a la calle para menores, así como para colectivos con necesidades especiales. La intención del lehendakari es poder autorizar estas salidas a partir del 26 de abril (cuando finalice la actual prórroga del estado de alarma). Incidió en que se harían en condiciones limitadas de tiempo, distanciamiento físico y no agrupación y recordó que, por ejemplo, ya se permite la salida de niñas y niños autistas acompañados por una persona adulta.

La segunda medida planteada en el plan presentado ayer prevé la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios, "con estrictas medidas de seguridad y de distanciamiento físico", mientras que la tercera consiste en autorizar la realización de actividad física, siempre que se haga de manera individual y en un tiempo limitado.

La cuarta medida se refiere a la creación de un protocolo específico para el ámbito de la Educación, que sería contrastado con la comunidad educativa. En ese sentido, Urkullu recordó que se está trabajando en un plan de transición específico para el sector educativo que regule criterios de evaluación, herramientas para el profesorado y escenarios de vuelta a las aulas, por grupos de edad y de forma escalonada.

La quinta y última medida se refiere a la vuelta progresiva a la normalidad en la propia Administración pública.

Urkullu, que presentó este plan ayer a representantes de las diputaciones y de Eudel, incidió en que el documento se sustenta en las recomendaciones de los expertos de la OMS, que establecen cuáles son los criterios para poder iniciar un proceso de vuelta a la normalidad: la transmisión debe de estar controlada (lo que significa que la reducción de casos es sostenida a lo largo de catorce días), el sistema sanitario debe tener capacidad suficiente para detectar y aislar todos los casos y se debe minimizar el riesgo de nuevos brotes en lugares altamente vulnerables. Además, es necesario haber adoptado medidas preventivas en los centros de trabajo y medidas de detección y gestión rápida de los casos importados. La OMS también cree indispensable que exista pleno compromiso social para poder iniciar ese proceso de transición.

De todas formas, aunque el objetivo es ir recuperando la normalidad "poco a poco", el lehendakari explicó que la restricción de cualquier tipo de agrupación de personas, el uso de mascarillas y el mantenimiento de las medidas de higiene personal y de limpieza de espacios compartidos seguirán siendo necesarias todavía durante bastante tiempo, hasta superar la pandemia: "Todos y todas deberemos acostumbrarnos a ser responsables y constantes en su mantenimiento".

En ese sentido, teniendo en cuenta que su uso se prolongará en el tiempo, añadió que el Gobierno Vasco hará cuanto esté en su mano para incrementar la adquisición de mascarillas "por todas las vías posibles": "Hemos reforzado la colaboración público-privada para impulsar la producción local y estamos trabajando con una decena de empresas en la confección de mascarillas".

En la reunión del Comité Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) también valoró la vuelta al trabajo esta última semana en varios sectores, y constató "un proceso de normalidad, sin prácticamente denuncias ni incidentes reseñables". Consideró que ha primado el acuerdo en el seno de las empresas y se han respetado los protocolos de prevención y seguridad. "Se está demostrando que salud y empleo son compatibles", afirmó, y añadió que la vuelta a la actividad "mejora las expectativas de empleo presente y futuro". El lehendakari consideró que ese "compromiso compartido" deberá ser el camino para poder emprender el plan de transición a la nueva normalidad, ya que la recuperación seguirá "condicionada por el cumplimiento individual y colectivo de estrictas medidas de seguridad, higiene y distanciamiento".

Niños. Permitir salidas a menores y colectivos con necesidades.

Comercio. Apertura escalonada de comercios y pequeños negocios.

Ejercicio. Autorizar la realización de actividad física individual.

Educación. Crear un protocolo específico para los colegios con la comunidad educativa.

Administración pública. Vuelta progresiva a la normalidad.

Las restricciones en agrupación de personas, el uso de mascarillas y las medidas de higiene se mantendrán en el tiempo