- El lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció ayer que ya se han comenzado a hacer test rápidos para detectar el COVID-19 en las residencias de mayores de Euskadi a todas las personas que tengan síntomas. De ahí el récord de pruebas realizadas el martes (casi 1.700).

Urkullu compareció ante el comité asesor de ayuda del Plan Vasco de Protección Civil de Euskadi, en el que participan las consejeras de Salud y Seguridad, Nekane Murga y Estefanía Beltrán de Heredia; los diputados generales de los tres territorios; el presidente del Eudel, Gorka Urtaran; y el delegado del Gobierno en la CAV, Denis Itxaso, entre otros.

El lehendakari aseguró que la atención a las residencias de mayores es una "prioridad" para su Gobierno, ya que en estos centros se producen "una buena parte de fallecimientos" por coronavirus. En su repaso a la situación actual, subrayó los datos positivos, los referentes a un menor porcentaje de positivos en los test realizados y al balance entre ingresos y altas hospitalarias. Destacó, además, que se han dado 4.150 altas hospitalarias hasta la fecha y que más de 200 profesionales sanitarios han superado la enfermedad. Pero los datos de fallecimientos "siguen golpeando con fuerza", afirmó.

"Toda nuestra atención se centra en las residencias de personas mayores", que ya cuentan con una vía de contacto telefónico directo para atención primaria y que desde hoy verán cómo todos sus usuarios con síntomas son sometidos a un test rápido para determinar si está contagiados", explicó.

El lehendakari se refirió también al plan vasco de vuelta a la normalidad, que se dará a conocer la semana que viene. Se trata de una "tarea tan estratégica como compleja", que incluirá los ámbitos sanitario, educativo, económico, social y cultural.

El plan tendrá dos fases: la de "mitigación" prevé medidas orientadas a contener los efectos de la pandemia. La segunda, de "superación", tendrá por objetivo recuperar "poco a poco las condiciones de normalidad".

El lehendakari también se refirió a cuestiones que "están generando un cierto nivel de inquietud" como la conveniencia o no de usar mascarillas, el uso de test los rápidos y las infraestructuras para pacientes asintomáticos. Reclamó al Gobierno central "una definición clara sobre estas tres cuestiones, en línea con las recomendaciones de la OMS".