- Aunque en un principio el acuerdo entre la cooperativa guipuzcoana Bexen Medical y el Gobierno español se limita a seis meses y la fabricación de 60 millones de mascarillas, ambas partes ven con buenos ojos prolongar el contrato con el objetivo de contar con "una reserva nacional de mascarillas".

Así lo adelantó ayer para Efe al director general de la empresa del Grupo Mondragón, Carlos Arsuaga, quien señaló que así quizás se pudieran vender más baratas, ya que en la actualidad "la materia prima está por las nubes; está multiplicada entre diez y quince veces el precio normal".

Este nuevo encargo permitiría ampliar un contrato inicial para seis meses y que ha supuesto la ampliación de la empresa con una inversión cercana al 1,2 millones de euros. Bexen Medical fabricará desde finales de este mes sus propias mascarillas quirúrgicas gracias a tres máquinas que ha desarrollado otra empresa de la cooperativa guipuzcoana, Mondragon Assembly, a través de su filial en Kunshan (China).

Arsagua también adelantó que las cuatro máquinas -una cuarta va destinada a la farmacia militar del ejército español en Burgos- se transportarán desde el país asiático el viernes de la próxima semana, 17 de abril, hasta Markina, donde una tercera empresa del Grupo Mondragón, Cikautxo Medical, ha cedido su espacio para la instalación de los aparatos.

Las primeras mascarillas, por lo tanto, se fabricarán en territorio vizcaino, mientras Bexen Medical ultima la ampliación de sus instalaciones en Hernani, a donde está previsto que se trasladen las máquinas en octubre y se mantengan de prolongarse el contrato más allá de los seis meses.

Una vez lleguen a Markina, los aparatos deberán "volverse a montar, ponerse a punto y hacer las pruebas necesarias", por lo que la producción masiva de mascarillas no se espera hasta la última semana de abril.

Además de esta inversión económica, Bexen Medical se ha visto en la obligación de incrementar su plantilla de 72 trabajadores en entre 20 y 25 personas más que se dedicarán en cuatro turnos a fabricar las unidades sanitarias durante las 24 horas diarias todos los días de la semana.

Con estas máquinas, Euskadi y el Ministerio de Sanidad dejarán de "tener una dependencia muy grande de China" y podrán encarar un futuro con una reserva propia de mascarillas.

La empresa guipuzcoana nunca antes había diseñado este material sanitario y no fue hasta hace un mes, cuando el Ministerio de Industria, Consumo y Turismo se puso en contacto con la compañía, cuando valoró la posibilidad de fabricarlas.

"La mayoría de los fabricantes mundiales proceden de China y ante la pandemia el Gobierno nos trasladó que necesitaba producción local para ser autosuficientes ante la situación actual y ante las que en un futuro se pudieran provocar", explicó Arsuaga.

De este modo, Bexen Medical, con una experiencia de 42 años en la fabricación de artículos sanitarios, se dirigió a Mondragon Assembly, que ya había trabajado en la creación de máquinas de mascarillas a través de una de sus filiales.

Con la llegada de las nuevas máquinas, las mascarillas de Bexen Medical serán del tipo quirúrgico 2R, de tres capas, un material de un solo uso que sirve para no contagiar y dentro de las quirúrgicas son las de mayor seguridad, ya que ofrecen un nivel del 98% de protección.

Este producto es el habitualmente empleado en los quirófanos de los hospitales, diferente del que se emplea en los Equipos de Protección Individual (EPIS), las conocidas como FFP1, FFP2 y FFP3.