l confinamiento está resultando una prueba de superación para muchas familias. La mayoría de la gente no está acostumbrada a pasar tantas horas en casa y se nos antoja complicado llenar los días. Sin embargo, la situación se hace más difícil cuando el encierro te sorprende en soledad. Y es justo lo que están viviendo miles de personas, muchas de ellas mayores y dependientes que, además de ser el colectivo más vulnerable ante el COVID-19, también deben enfrentar cada día el miedo, la angustia y la soledad que ha traído esta pandemia.

A fin de facilitar el confinamiento de estas personas, la Dirección de Farmacia del Departamento vasco de Salud y el Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa han puesto en marcha una iniciativa que pretende acercar a personas con patologías la medicación que necesitan. Y para ello han echado mano de voluntarios de DYA, que les ayudan a contactar con las alrededor de 30.000 personas que se encuentran en esta situación en el territorio. “Hacemos una llamada informando de que llamamos en nombre del Gobierno Vasco, de la dirección de Farmacia del Departamento de Salud, y es simplemente para saber si necesitan o no de este servicio”, explica Irene Tapia, presidenta de DYA. “Anotamos en cada una de las personas que llamamos si quieren o no el servicio y si hubiera alguna observación. Devolvemos esa información tanto al Colegio de Farmacéuticos como a la Dirección de Farmacia, y luego ellos se encargan de hablar con las farmacias correspondientes para decirles qué usuarios necesitan de su medicación”, explica, y prosigue: “Las farmacias se encargan de preparar a cada una de las personas su medicación para dos meses, porque se está haciendo una previsión de este tiempo, y luego ya nos mandan a nosotros la relación de las personas con sus medicaciones. Y con ese listado vamos a las farmacias, retiramos la medicación y vamos a los domicilios a entregarla”.

Sin embargo, en este breve contacto telefónico que los voluntarios mantienen con sus interlocutores, sobra tiempo para percibir el drama que hay tras muchas de las llamadas. “Hay mucha gente mayor que está sola, que igual tiene familia, pero físicamente están viviendo el confinamiento en una soledad absoluta, gente que se pone a llorar y en el otro lado gente que no tiene ningún problema, que te agradece muchísimo el servicio pero te dice que se están arreglando con sus familiares… Hay de todo. La gente lo está viviendo con mucho miedo por todo lo que se nos está transmitiendo y hay gente que está muy asustada en casa”, asegura Tapia.

Por ello, estas llamadas suponen para muchos un “desahogo” frente al desasosiego que están viviendo estos días. “A la gente hay que hacerle sentir que no está sola, que la situación es muy complicada para todos pero no está sola, que hay gente pensando en ellos y esa medicación que necesitan se la vamos a llevar y con todo el cariño del mundo, además”, indica.

Quienes reciben este servicio se muestran “muy agradecidos”, aunque la proliferación de las noticias en torno a estafas y timos que ha suscitado la cuarentena, en los que además la mayor parte de las víctimas son gente mayor; también causa algo de recelo, sobre todo al comienzo. “En situaciones como esta que estamos viviendo sale lo mejor y lo peor de cada uno y hay quien nos llama recelosa para confirmar que prestamos este servicio. En la zona de Deba, por ejemplo, nos llamó la Policía Municipal para preguntarnos si era cierto que la DYA estaba haciendo estas llamadas. Se les explica el programa, se les dice que es del Gobierno Vasco y se quedan tranquilos, pero obviamente hay gente que tiene miedo a que se le presente alguien en casa”, cuenta.

Por el momento, apenas llevan una semana ofreciendo este servicio y, a partir del lunes, continuarán llamando a todas aquellas personas que, por su particular condición, necesitan ayuda externa para cubrir todas sus necesidades durante este confinamiento.

012

Si requiere de este servicio y no ha recibido ninguna llamada, puede ponerse en contacto con el 012 o con el teléfono de su farmacia, donde le explicarán todo lo que necesite saber.