Si algo bueno está dejando esta crisis sanitaria provocada por el coronavirus es las ganas de ayudar de buena parte de la población, la solidaridad que se extiende gracias a personas como Igor González, vecino errenteriarra de 48 años y dueño de Carrocerías Igor. Su negocio apenas tiene actividad estos días, pero él ha decidido poner sus instalaciones y su maquinaria al servicio de la policía local y de la Ertzaintza para proceder a la desinfección de sus vehículos, algo clave en evitar la propagación del virus para quienes tienen que seguir trabajando en la calle y están en contacto con enfermos o grupos de riesgo.

"Tenía una máquina para desinfectar vehículos y adquirí dos más viendo lo que venía, pero casi de un día para otro se ha paralizado todo, no entran vehículos al taller y no uso la maquinaria", explica Igor, a quien se le ocurrió poner su capacidad al servicio de los demás: "Me encuentro con tres generadores de ozono y un montón de material que ahora mismo no estoy usando, así que fui a la comisaría de la Ertzaintza, llamé a la policía local, hablé con los responsables de los taxis... les ofrecí desinfectar los vehículos. Les expliqué en qué consiste la desinfección y el tratamiento al vehículo. Lo hice con ánimo de ayudar, sin más".

El guante lanzado por Igor ha sido recogido por la policía local y la Ertzaintza. "La respuesta ha sido importante. La policía local me trae un par de vehículos todos los días y la Ertzaintza también me ha traído unos cuántos", cuenta Igor: "Siempre hay gérmenes en los vehículos y yo los desinfecto. Les digo que tienen que ser muy constantes, hacer ellos un mantenimiento de limpieza de palancas, cambio de la funda del volante... Al final ellos necesitan los vehículos y tienen que protegerse". La aceptación ha sido tan positiva que esta semana ha ampliado su propuesta a los ayuntamientos de Lezo, Pasaia y Oiartzun.

Igor se encarga personalmente de la labor, que le lleva entre 40 y 50 minutos por vehículo: "Técnicamente, según la normativa, en 15 minutos estaría, pero como tengo tiempo le aplico entre 40 y 50 minutos. Primero introduzco el generador de ozono para desinfectar por completo y luego ya me introduzco yo en el vehículo con mi mascarilla y todo el material de protección, y me pongo con el volante, manillas, palanca...".

Los taxistas o las ambulancias no han acudido aún a Carrocerías Igor, aunque el errenteriarra, que aclara que está haciendo este servicio de forma "gratuita", dice que está "abierto a todo aquel que precise el servicio": "Supongo que algunos tendrán sus propios protocolos, pero puedo dar servicio a transporte público, vehículos sanitarios... Lo hago con ánimo de ayudar a la gente que está dando la cara en la calle. Tengo una maquinaria a la que puedo dar uso".

Además, Igor tenía más material que ha aportado también de forma desinteresada: "He dado gafas, 500 fundas de volante, toallas desinfectantes... todo lo que he podido, como tanta otra gente". Al margen de su iniciativa solidaria, Igor está pasando por los mismos apuros que cualquiera que tiene un negocio estos días: "Mi mujer y yo somos autónomos y tenemos cuatro empleados. Estoy intentando no llegar al ERTE, pero esto es una incertidumbre. Hemos dividido la plantilla en dos y hemos llegado a un acuerdo con los trabajadores para coger vacaciones porque hay muy poco trabajo. Por ahora vamos tirando e intentando mantener el negocio".