- Las cifras que va dejando a su paso el COVID-19 no pueden ser más elocuentes a la hora de conocer la verdadera dimensión del reto al que se está enfrentando el sistema sanitario vasco. Desde que arrancó esta crisis que lo ha paralizado casi todo menos el trabajo de los facultativos, que se entregan a jornadas maratonianas, se han realizado ya un total de 3.500 test para detectar el coronavirus.

El aluvión de demandas para someterse a las pruebas es incesante. Ha aumentado el número de personas con síntomas, por lo que se está priorizando la atención a los grupos más vulnerables y al personal sanitario, ya que son ellos precisamente quienes deben garantizar que no sean vehículo de transmisión hacia sus pacientes. De lo contrario, el trabajo sería baldío.

Así lo explicó ayer la consejera de Salud, Nekane Murga, quien compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno para hacer públicos los últimos datos de la evolución del coronavirus en Euskadi, que por el momento sigue creciendo. Ayer eran 362 personas contagiadas las que permanecían hospitalizadas. Los positivos por COVID-19 ascienden a 765, es decir, 38 más que el lunes.

Toda la sociedad vasca está pendiente de la evolución de casos y aguarda el momento en el que la curva invierta su vertiginoso ritmo ascendente. Al menos, en ese sentido, ayer no aumentó el número de fallecidos, que se mantuvo en 36, unos datos que el Gobierno Vasco quiere ve con cierta "esperanza" al percibir de momento una "estabilización en el número de nuevos casos". Los datos ofrecidos ayer habían sido computados hasta las 20.00 horas de la víspera y no hasta las 8.00 de la mañana del mismo día, como se venía haciendo hasta ahora.

Por territorios, Araba sigue siendo el principal foco de contagio por la pandemia. El número de infectados asciende a 474 personas, seguida por Bizkaia (201) y Gipuzkoa (90), territorio este último en el que ayer solo se detectó un positivo, mientras que hay 32 hospitalizados y cinco fallecidos.

El "consejo sanitario" sigue trabajando sin descanso a pesar de lo cual arrecian las quejas de la ciudadanía por su saturación.

Murga indicó en ese sentido que desde el 26 de febrero este teléfono ha recibido cerca de 50.000 llamadas y que se ha triplicado en todos los turnos el número de personas que lo atienden.

Además, desde ayer se ha habilitado un centro de llamadas adicional con 42 personas que van a distribuir las consultas para identificar cuáles deben ser atendidas por unos u otros profesionales.

El Gobierno Vasco ve con "esperanza" que ayer no se incrementara el número de fallecidos y detecta una estabilización de casos