Escribir a modo de terapia

A pesar de tener 18 años, Bartolomé está estudiando Educación de Personas Adultas (EPA), que le permitirá obtener el título de la ESO. Y es que, por algunas circunstancias de la vida, el joven se vio obligado a dejar los estudios en su momento: "Mi infancia no fue muy buena, la verdad. Mis padres se separaron cuando era pequeño. Mi padre era un poco agresivo y tengo malos recuerdos de esa época. Creo que eso me afectó bastante inconscientemente y cuando fui creciendo me fui dando cuenta poco a poco de que no lo tenía superado", explica a NOTICIAS DE GIPUZKOA Bartolomé.

El pasado 14 de febrero publicó el libro Vuela libre, su segunda obra. El primer poemario que escribió fue Mi corazón y sus mil pulsaciones, que salió a finales de enero del pasado año. "Tuvo éxito, más de lo esperado. Al no ser conocido, me dieron esa oportunidad y al final se vendieron unos 300 ejemplares, más o menos", dice el donostiarra.

Ambos libros han sido publicados por Amazon y Bartolomé confiesa que logró tener esa oportunidad mediante un concurso al que se apuntó: "Llevaba escribiendo un tiempo en la plataforma Wattpad y tenía bastantes seguidores. Entonces, decidí participar en un concurso con unos poemas y llegué hasta el final". Aunque no lo ganó, había unos ojeadores que vieron lo que escribió y les gustó. "Por lo tanto, me ofrecieron sacar el libro", explica.

Ha tardado un año en escribir su último título, que también incluye algunos poemas y escritos que tenía desde antes: "Los he adaptado un poco a cómo escribo ahora y los he añadido", confiesa. Vuela libre ha nacido a raíz de una mala época por la que pasó el joven. "Estuve en una mala época y al principio, empecé a escribir el libro a modo de terapia. Al final se me ocurrió que, quizá, podía escribir cómo me sentía y cómo iba mejorando para ayudar a más personas y así se me ocurrió la idea de sacar el libro".

Antes de publicarlo, Bartolomé subió a su canal de YouTube (YeraiBart) un booktrailer o vídeo que anunciaba de qué trataba Vuela libre. En él, explica que este último año ha intentado reconstruirse y que cree que lo ha conseguido, dado que atravesó una época de depresión y ansiedad que le obligó dejar todo "aparte". "Me he reconstruido, sobre todo, emocionalmente. Cuando estaba mal, llegué a un punto en el que dije: o mejoro o no sé dónde voy a acabar. Poco a poco fui mejorando y al final me reconstruí a mí mismo. Ahora mismo podría decir que estoy bien", afirma contento.

prejuicios Según él, su depresión no solo se creó a raíz de su dura infancia, ya que los prejuicios de la gente también influyeron en ello. "Al ser homosexual, en el instituto lo llevaba en forma de secreto porque los jóvenes no lo veían bien. Siempre había bromas de eres un maricón y de ese estilo. Y yo, al serlo, veía que la gente hacía esas bromas y me daba miedo decirlo", explica. Por lo tanto, cree que ese secreto también fue lo que desencadenó que fuera encontrándose tan mal.

Bartolomé opina que en la educación hay mucho que hacer todavía, ya que no se enseña "lo suficiente" lo que es la igualdad. "Todavía hay prejuicios por la homosexualidad, por las mujeres... Siempre se sigue una norma y si no estás dentro de esa normalidad te ven mal, como si fueras raro", explica.

En el vídeo de su canal también explica que quiere contar su historia para "dar visibilidad a las enfermedades mentales". El joven cree que a día de hoy siguen siendo un "tabú" para la sociedad. "Si le cuentas a alguien que estás mal, hay muchas veces que no te entienden y que te dicen que no será para tanto y que será una mala época. Lo asocian a que estás triste siempre, cuando no es así", cuenta.

Según el joven, la gente evita hablar sobre esos temas: "Puedes decir que estás con gripe o tienes un catarro y eso se ve súper normal. Pero claro, cuando cuentas que te encuentras mal y no sabes qué es lo que te pasa, no te suelen entender", subraya.

Vuela libre también trata de amor y el desamor; especialmente, sobre una relación en la que llega un momento que se tiene que acabar "porque va a llegar la distancia": "Cuento cómo la distancia separa a las personas", dice. En el libro se pueden apreciar dibujos de mariposas, inspirados en "el efecto mariposa": "cómo algo que no está en realidad, algo tan simple e insignificante, puede destrozarte por dentro".

Precisamente por ello, Vuela libre también está dedicado a las mariposas que aún no han aprendido a volar: "Creo que muchas veces crecemos y evolucionamos, pero no aprendemos lo que tenemos que hacer. Al fin y al cabo, se puede ser una persona adulta y no saber qué hacer con tu vida: no salir a flote, no volar", aclara el poeta.

referentes A Bartolomé le gusta mucho leer y tiene algunos referentes como, por ejemplo, la Señorita Bebi -una escritora actual muy seguida por los jóvenes en las redes sociales-, Pablo Neruda o Federico García Lorca. De alguna manera, él también piensa que su libro puede ser un referente para las personas que "están mal" y "no saben qué camino tomar": "Por mucho que sientan que no les comprenden o que están solos, con este libro tienen algo a lo que agarrarse y seguir adelante", explica.

Según el donostiarra, su objetivo nunca fue ganar fama; simplemente, se ha dedicado a hacer lo que le gusta. También confiesa que, aunque no cree que está al nivel de sus referentes, le "encantaría" poder llegar a estarlo.

De momento, sus libros están disponibles en Amazon, pero se encuentra "en contacto" con los trabajadores de la empresa y algunas editoriales para ver si ellas pueden conseguir que Vuela libre llegue a las librerías.

Respecto a sus proyectos en marcha, Bartolomé sigue subiendo vídeos a su canal de YouTube, además de difundir mensajes positivos vía Instagram. En esta última red social tiene 400 seguidores y es donde más gente le sigue: "Aunque sea pequeño, porque no soy famoso, intento que esos seguidores vean que se puede evolucionar y se puede estar bien. Tengo un feedback y estoy bastante agradecido por ello", concluye el joven escritor.