donostia - La Diputación continúa en su tarea de diseñar un plan de acción para dar respuesta a las cientos de toneladas de residuo industrial que gestionan las mancomunidades.

Según explicó ayer a este periódico el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, las ocho mancomunidades del territorio han comenzado a enviar documentación sobre los volúmenes y tipología de residuos industriales que gestionan, la mayoría de ellos recogidos en garbigunes y similares, y que muchas veces, tienen como destino final vertederos industriales como el colapsado de Zaldibar o el de Mutiloa, que cerrará sus instalaciones este mismo domingo.

Asensio informó de que, aunque todavía no disponen de todos los datos necesarios para trazar un correcto plan de actuación, las primeras estimaciones les permiten confiar en que serán capaces de gestionar “la mayor parte” de estos desechos sin necesidad de recurrir a vertederos.

Según recordó el departamento de Medio Ambiente, se trata de desechos industriales no peligrosos de carácter semejante a los urbanos, tales como embalajes de tipo comercial, restos de voluminosos, residuos de origen agrícola o ganadero y otros residuos depositados en los garbigunes. La voluntad de la Diputación es tratarlos en la red de infraestructuras que dispone el territorio sin tener que recurrir a los vertederos y para ello aprovechará la planta de reciclado de envases de Legazpi, la planta de compostaje de Epele y las infraestructuras que componen el Centro Medioambiental de Residuos de Gipuzkoa (planta de tratamiento mecánico-biológico, planta de biometanización, planta de valorización energética o incineradora y planta de maduración de escorias). “En el peor de los casos, se valorizarán energéticamente, pero la voluntad es reciclar la mayor parte de estos residuos”, aseguró Asensio.

En cualquier caso, la Diputación tendrá los datos definitivos esta semana y a partir de ese momento, podrá decidir cuántas toneladas van a parar a cada infraestructura.

apuesta por la economía circularEl colapso del vertedero de Zaldibar ha obligado a poner el foco en la gestión de los residuos industriales que se ha llevado a cabo hasta ahora. En opinión del diputado de Medio Ambiente, el modelo no debe pasar por abrir nuevos vertederos, sino por fomentar el reciclaje y la economía circular en el sector industrial. “Al igual que lo hemos hecho con los residuos de carácter urbano, es el momento de dar un impulso a la economía circular en las empresas, para que cada fracción sea tratada adecuadamente y no acabe en un vertedero pudiendo ser reciclada”, señaló Asensio.