El de ayer fue un lunes inusual en los colegios e institutos de Eibar. Las recomendaciones lanzadas por el Departamento vasco de Salud el pasado viernes pidiendo a la población que minimizase el ejercicio físico al aire libre vació de niños los parques y los patios de los colegios, que optaron por desarrollar toda su actividad en el interior de sus instalaciones, así como por no ventilar las aulas.

Una situación "compleja" de gestionar por parte de los centros, a quienes la precaución obliga a encerrar a sus alumnos desde primera hora de la mañana hasta la tarde en sus respectivas clases.

"No sabemos más de lo que sabíamos el viernes. Es una situación complicada, pero es lo que nos han mandado", asumían desde la dirección del centro La Salle Azitain. "Además, está lloviendo, y con este tiempo tampoco salen mucho fuera, así que es un día parecido al resto", añadieron.

Es la resignación de quien sabe que poco se puede hacer para controlar una situación que no está en sus manos.

El de La Salle es un centro de 850 alumnos y, quizás, lo más complejo de la jornada fuera "organizar las horas del comedor". También gestionar la información con los propios alumnos, especialmente con los más pequeños. "No hemos salido ni un minuto al patio", contaba Nerea, de doce años, tras finalizar la jornada. "Nos han dicho que el viernes les avisaron de que era mejor que no saliésemos para no respirar el aire y hasta que no les digan otra cosa seguiremos así".

Su hermano Aitor, de nueve años, también fue informado de la situación. "Las andereños les han explicado que en el aire hay unas toxinas malas por culpa de un incendio que hay cerca", explicaba su madre, Jaione Muguerza, que contó que algunos padres optaron por no llevar a sus hijos al colegio.

Los padres son los primeros confundidos por lo que está pasando. "Yo agradezco que los colegios tomen medidas. Mi suegra me pregunta que qué hace al ir a buscarles, si quedarse en la calle o llevarlos a casa. Y yo ya no sé qué contestar", afirmaba Mónica, que reconocía que "te planteas meterles en casa, pero luego piensas: ¿Van a estar encerrados todo el día?".

Sin embargo, en los centros escolares temen que la situación se alargue, ya que no es lo mismo confinar a los niños un día que toda una semana.

"Imagínate el follón que es hacer un recreo dentro de las clases y organizar el comedor", se quejaron desde la dirección del colegio público Urkizu, donde confiaron en que el Departamento de Educación "tome medidas". "Nosotros veríamos adecuado que se hiciera, por ejemplo, una jornada intensiva: alargar un poco las clases por las mañanas, que los niños coman y vayan a casa -propusieron-, porque las dos horas del mediodía son una locura, y tener a los niños encerrados en clase desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde es duro".

Pero las restricciones no se limitan al ámbito escolar. El parque de Egogain, un lugar frecuentado por decenas de familias tras las clases, permaneció ayer prácticamente desierto durante toda la tarde. La escuela de fútbol de Eibar ha suspendido algunos entrenamientos y el desfile de Carnaval del jueves, en el que participan todos los centros escolares del municipio está, por el momento, en el aire. Eibar BHI, por ejemplo, ya ha informado a los padres de que sus alumnos no participarán en el desfile; otros prefieren esperar a nuevas mediciones de la calidad del aire del Gobierno Vasco. En cualquier caso, en Eibar esperan volver pronto a la normalidad.