donostia - La escombrera de Verter Recicling 2002 tiene todos los permisos en regla para acoger amianto y otros productos de construcción inertes, según aseguraron ayer tanto el Ayuntamiento de Zaldibar, en cuyo barrio de Eitzaga se asienta el vertedero, como el departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, la institución competente en aprobar la actividad de esta instalación de carácter privado. De esta forma, el depósito artificial de residuos puede acoger diversos materiales, entre ellos las placas de fibrocemento que pueden contener amianto detectado entre todos los restos generados con el deslizamiento del vertedero.

Según indicaron fuentes municipales, la firma Verter Recicling 2002 recibió la licencia municipal de apertura hace nueve años, y en 2013 le fue otorgada la renovación de la Autorización Ambiental.

En un comunicado, el Ayuntamiento de Zaldibar indicó que el permiso municipal fue entregado "en base a la autorización ambiental que emitió en marzo de 2011 la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco". Un permiso otorgado por Lakua tras ser aprobado en 2007 la Declaración de Impacto Ambiental del vertedero y una primera autorización. El Consistorio, con alcalde del PNV desde el ejercicio pasado tras dos legislaturas previas con equipo de gobierno de EH Bildu, indicó también que la competencia de control y seguimiento de la instalación afectada es exclusivamente del Gobierno Vasco.

Desde Lakua aclararon que la instalación "no acumulaba residuos peligrosos, sino residuos industriales" y entre ellos se encuentra el mencionado amianto como producto admitido, ya que esta instalación es de la autorizadas para recibir este producto tras ser retirado de los edificios y construcciones donde se ha encontrado en los últimos años.

Según el proyecto constructivo del Estudio de Impacto Ambiental aprobado por Lakua, todas las instalaciones de vertederos abarcan un área de 315.494 metros cuadrados en planta en una ladera con una diferencia de altura de cabecera a base de 182 metros.

La escombrera fue creada tras excavar un agujero a lo largo de la ladera que estaba siendo rellenado con los materiales inertes autorizados, con el objetivo de que, cuando se colmatara, su capacidad de 2,77 millones de metros cúbicos se cubriera y el todo el entorno fuera revegetado.

Por su parte, el Ayuntamiento de Ermua, municipio colindante al lugar del corrimiento, dejó claro ayer que "no existe ningún riesgo para la población" de la localidad por la presencia de amianto detectada. El equipo de gobierno local en sendos mensajes difundidos a través de Twitter, explicó que desde el Gobierno Vasco descartaron cualquier problema para los vecinos del municipio cuyo casco urbano se encuentra a apenas 400 metros de la zona donde ocurrió el desprendimiento.

Con un muro de escollera. Según el proyecto constructivo del vertedero, la instalación tiene que contar con un muro de escollera hormigonada "para interceptar superficies potenciales de inestabilidad detectadas". Esta estructura rígida permite aumentar la estabilidad global del vertedero y el arrastre de materiales finos producido por posibles filtraciones de aguas de lluvia. La altura de este valladar no podía bajar de los diez metros, según el proyecto constructivo.