DONOSTIA - La Fiscalía de Gipuzkoa ha mantenido este miércoles su petición de cinco meses de cárcel para el fotógrafo Kote Cabezudo por un presunto uso de documento falso en juicio, mientras que la acusación particular ha elevado su solicitud hasta los cinco años y tres meses, al imputarle también dos delitos de falsificación de contrato.

El juicio por estos hechos, que constituyen una pieza separada de la principal en la que Cabezudo está investigado por distintos delitos de índole sexual y estafa a una veintena de modelos, ha tenido lugar este mediodía a puerta cerrada en el Juzgado de lo Penal número 1 de Donostia.

Cabezudo ya fue condenado en firme el pasado mes de julio a dos años y tres meses de cárcel, en otra causa separada de la principal, por obstrucción a la Justicia y coacciones a una de sus modelos a la que trató de "intimidar" colgando una imagen suya desnuda en una red social.

Según la versión de la Fiscalía, los hechos enjuiciados en la vista celebrada hoy se remontan a los años 2008 y 2009, cuando presuntamente el imputado "celebró varias sesiones de fotografías" con una modelo mientras ella aún era menor de edad.

"Durante el curso de las sesiones -detalla el Ministerio Público-, el acusado hizo constar, en al menos dos de los contratos, fechas diferentes" a las que en realidad habían sido realizadas las fotografías, "tratando de evitar con ello que la víctima apareciera como menor de edad".

Años después, el 13 de mayo de 2015, cuando la instrucción judicial en su contra ya estaba avanzada, Cabezudo presuntamente presentó en los juzgados los contratos "con pleno conocimiento" de que "no eran ajustados a la realidad".

En opinión del Ministerio Público, este hecho es constitutivo de un delito de uso de documentos falsos en procedimiento judicial, por el que demanda cinco meses de reclusión, y de otro de falsificación en documento mercantil, si bien este último ya habría prescrito.

Una opinión no compartida por el abogado de la acusación particular, Mario Díez, quien ha demandado en la vista penas que suman cinco años y tres meses de reclusión (un mes más que al inicio de la causa), al entender que los delitos de falsificación fueron dos y no uno, que además ninguno de ellos habría prescrito y que con posterioridad fueron aportados a los juzgados por Cabezudo como si fueran auténticos

Al término de la vista, Mario Díez, ha insistido, en declaraciones a los periodistas, en la idea de que los supuestos delitos de falsedad no están prescritos, dado que el hecho de falsear estos contratos "proporciona" al acusado una "impunidad en un delito de corrupción de menores", al hacer figurar "a una menor como mayor de edad en imágenes que constituyen material pornográfico de carácter infantil".

Una situación que, a su entender, hace que, "sin lugar a dudas", el plazo de prescripción del delito final "absorba la prescripción del delito medial" como "manifiesta la jurisprudencia".

Díez ha recordado además que el fiscal "no discute que los documentos se hayan realizado colocando unas fechas que no se corresponden con la realidad para que la menor pareciera mayor".

Ha aclarado además que durante el juicio ha aportado a la causa nuevos documentos que podrían reforzar su tesis de no prescripción de ambos delitos de falsedad, a la espera de ver que "resuelve" la jueza del caso.

En cualquier caso, el abogado ya ha avanzado que, "si no aprecia los delitos de falsedad documental porque entiende que han prescrito", recurrirá en apelación para que la Audiencia Provincial se pronuncie en algo que, desde su punto de vista, "es ya no claro jurídicamente sino de puro sentido común".

Momentos antes de la celebración de esta vista, miembros de la plataforma "Kote Cabezudoren Biktimentzat Justizia" y del colectivo "Bidasoaldeko Elkarte Feminista" se han concentrado ante el Palacio de Justicia de Donostia en solidaridad con las mujeres afectadas por este caso.