Donostia- Tras la apertura ayer al tráfico del túnel de Alkolea, la carretera que une Deba y Mutriku es una realidad con la que, según señaló el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, “se salda una deuda histórica con Mutriku y con los y las habitantes de la zona”.

Desde ayer la GI-638 es “una conexión moderna, segura y competitiva” que une Mutriku con el resto del territorio, según afirmó Olano, que visitó el túnel de Alkolea junto con la diputada de Infraestructuras Viarias, Ain-tzane Oiarbide.

La construcción de la galería, de 106 metros de longitud, ha resultado ser uno de los puntos con mayor complicación en la ejecución de la obra, aunque con unos resultados que reportarán importantes beneficios ya que, subrayó el diputado general, evita que el tráfico discurra “por la punta de Alkolea, cuyas curvas cerradas dificultaban y aumentaban la peligrosidad para los conductores”.

De este modo, la Diputación da respuesta “a la resolución de una reivindicación histórica de los y las mutrikuarras”, incidió Olano, que recordó que esta vía servirá para conectar a Mutriku y sus habitantes con el resto de localidades del territorio, así como con el hospital de Mendaro.

Y es que de este modo, subrayó, se siguen dando pasos en firme con el objetivo de lograr apuntalar el equilibrio territorial, una apuesta a la que el Gobierno foral está dedicando muchos e importantes activos. “Nuestro deseo es que todos los habitantes de Gipuzkoa, vivan donde vivan, cuenten con los mismos servicios básicos”.

La renovación de la GI-638 se dejará notar en Mutriku, municipio que mejora sus conexiones con lo que ello conlleva de aumento en “competitividad económica”.

Pero, incidió Olano, las mejoras derivadas de su puesta en marcha resultarán también evidentes “en seguridad y la calidad de vida” de sus habitantes, que podrán “hacer uso del paseo peatonal y del bidegorri” que les permitirá “disfrutar de nuestro paisaje de litoral”.

remates pendientes Aintzane Oiarbide explicó que en la vía quedan por rematar algunas intervenciones: el muro de sostenimiento del garbigune y algunos remates en materia de señalización, iluminación, sistemas de contención, pavimentación de acera y revestimiento del muro de la playa de Ondarbeltz. Para poder ejecutar estas intervenciones será necesario ocupar uno de los carriles de circulación.

Pese a todo, el desarrollo de las obras -que comenzaron en enero del pasado año y que tienen un coste de 10 millones de euros- está respetando el calendario previsto y quedarán totalmente finalizadas para febrero.

La carretera soporta un importante volumen de tráfico, con una intensidad media diaria de 6.000 vehículos, siendo casi la única opción para conectar Deba y Mutriku por carretera.

Además del túnel de Alkolea, el desmonte de Ipitxarri, de 40 metros de altura, ha sido otra de las intervenciones más destacadas en la nueva GI-638. También esta segunda actuación está rematada y los terrenos que se dejan libres, al igual que se hará en el entorno de Alkolea, ser ordenarán y se habilitarán como zonas de aparcamiento de vehículos.