donostia - Oficialmente se les denomina tramos de concentración de accidentes, puntos negros para el conductor de a pie, y el peor de todos ellos en la red de carreteras de Gipuzkoa se encuentra en la variante de Donostia (GI-20), en el punto kilométrico 5, justo en el tramo donde se suceden los enlaces con Pasai Antxo, San Pedro, Altza, Garbera y Martutene, a la altura de Intxaurrondo. En los cinco años que van desde 2014 hasta 2018, de los que existen datos pormenorizados, se han producido ahí 61 accidentes con víctimas: 82 heridos, cinco de ellos graves. Con todo, la variante donostiarra no es la carretera que presenta peores cifras. El gran agujero negro se halla entre Errenteria e Irun (GI-636), el único tramo sin desdoblar de la antigua N-I. En solo 17 kilómetros se registran cada año casi 70 accidentes: 81 si contamos los ramales de acceso.

Ni la AP-8, ni la N-634, ni la N-I; ninguna de las tres grandes vías del territorio, que son las que registran cifras absolutas más escandalosas en cuanto a accidentes, superan a la GI-636 en cuanto a ratios de accidentalidad. Los datos de este corredor asustan: 404 accidentes, cinco fallecidos y 545 heridos, 49 de ellos graves. El desdoblamiento de Errenteria (p.k. 1 y 2) y el alto de Gaintxurizketa son algunos de los tramos más sensibles de una carretera de un único carril en cada sentido y que no tiene kilómetro bueno. En cinco años se ha cobrado 339 accidentes en la vía principal y otros 65 en sus ramales de acceso: 404 en total.

Son casi cuatro accidentes de media por año y kilómetro de vía si contabilizamos los registrados en la vía principal, 17 kilómetros con tráfico intenso que se convierten a diario en una pesadilla para muchos conductores. Esta es, además, la tercera carretera con mayor número de fallecidos en ese periodo de cinco años, solo superada, como es lógico, por las dos vías de mayor recorrido del territorio, la AP-8 (75 kilómetros) y la N-634 (66), en las que fallecieron 9 y 6 personas, respectivamente entre 2014 y 2018.

Los ratios de siniestralidad más elevada, sin embargo, se encuentran en vías pequeñas. La variante de Donostia, la citada GI-20, es la segunda peor en este ranking. No solo cuenta con el punto kilométrico de mayor concentración de accidentes del territorio, el citado de Intxaurrondo; sino que cinco de sus puntos kilométricos se encuentran en el top 15 de los puntos con más accidentes totales. Ahí es nada. Es una vía de doble carril en cada sentido, pero que se retuerce a medida que se adentra en Donostia y registra, en solo tres kilómetros, los que van del p.k. 3 al 5, 120 accidentes en cinco años, con 166 víctimas; sin fallecidos. En esos tres kilómetros se producen el 44% del total de siniestros de todo el trazado.

Le siguen en ratio de accidentes por kilómetro dos pequeños ramales, la GI-40 (ronda de Martutene, Intxaurrondo y Hospitales) y la GI-41 (acceso a Donostia desde el Urumea), que en apenas tres kilómetros de trazado registran ratios inquietantes de accidentalidad.

Precisamente, en Martutene, el punto kilométrico cero de la citada GI-41 tiene el dudoso honor de ser el segundo tramo de mayor concentración de accidentes con víctimas en estos cinco años: un total de 42.

También la GI-2132, de menor entidad que todas las anteriores citadas, se cuela entre las cinco carreteras más peligrosas o de mayor incidencia. No es una vía de alta velocidad y sus puntos más conflictivos están al comienzo, en Lasarte-Oria.

En los puestos seis, siete y ocho en cuantos a ratios de siniestralidad con víctimas, aparecen tres de las grandes vías del territorio. Las tres de más tráfico. La N-634 y la AP-8, las dos carreteras de mayor trazado en el territorio, suman el mayor volumen de accidentes. Sus cifras también asustan, aunque su ratio de accidentes por kilómetro es menor. En la AP-8, aunque su índice de percances es menor en relación a su longitud, fallecieron entre 2014 y 2018 nueve personas y resultaron heridas 648, 47 de ellas de gravedad en 416 siniestros; mientras que la N-634 registró más accidentes aún (445), pero menos víctimas (6), tanto mortales como heridas (614). Y menos aún la N-I, pese a que es la tercera vía con más accidentes (327).

Otras dos vías de alta capacidad como la A-15 y especialmente la AP-1 destacan, por contra, por su bajo índice de siniestralidad.

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En cuanto a valores absolutos, la carretera que más accidentes con víctimas registró entre 2014 y 2018 fue la N-634, que conecta Eibar, Elgoibar, Mendaro y engancha en Zumaia con la carretera de la costa.

Accidentes con víctimas en 5 años

1. GI-20: P.K. 5 (Intxaurrondo)61

2. GI-41: P.K. 1 (Martutene)42

3. GI-20: P.K. 4 (Pasaia-Donostia)36

4. GI-636: P.K. 1 (Errenteria)35

5. GI-20: P.K. 10 (Donostia)30

6. GI-636: P.K. 7 (Gaintxurizketa)29

7. GI-2132: P.K. 0 (Lasarte-Oria)26

8. GI-20: P.K. 8 (Donostia)26

9. N-I: P.K. 422 (Ordizia)25

10. N-I: P.K. 424 (Itsasondo)24

11. AP-8: P.K. 61 (Mendaro)23

12. A-15: P.K. 159 (Aduna)23

13. GI-20: P.K. 3 (Pasaia)23

14. GI-636: P.K.12 (Irun)21

15. GI-2630: P.K. 22 (Oñati)20

Ratio de accidentes por año y km.

1. GI-6363,93

2. GI-203,47

3. GI-403,40

4. GI-412,47

5. GI-21321,84

6. N-6341,34

7. N-I1,33

8. AP-81,11

9. GI-26301,04

10. A-636 (antigua GI-632)0,88

11. A-150,76

12. GI-6310,71

13. GI-6270,68

14. GI-2133 (20,07 km)0,41

15. AP-10,36