DONOSTIA - La ferrería Mirandaola de Legazpi ha sido reconocida por la Asociación Americana del Metal (ASM) como lugar histórico por su contribución al desarrollo y crecimiento del hierro, la metalurgia y sus procesos de fabricación durante más de 500 años.

El lehendakari, Íñigo Urkullu, ha presidido este jueves la entrega de este reconocimiento en un acto celebrado en la propia ferrería, en el que han participado el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y la alcaldesa de Legazpi, Koldobike Olabide, entre otras autoridades.

El miembro de la ASM Rafael Colas y su expresidente y actual responsable del Comité de Premios y Denominaciones, Pierre Dupont, han representado a esta sociedad internacional en la concesión del reconocimiento, a la que han asistido también el presidente de la Fundación Lenbur, Luis Chillida, y el integrante de misma Juan Echeverria, nieto de Patricio Echeverria.

Se rata de la 50 edición de los reconocimientos que la American Society for Metals dedica a "lugares históricos" que han desempeñado "un papel destacado en el descubrimiento, desarrollo y crecimiento de los metales y la metalurgia", y que han distinguido a cerca de 150 emplazamientos en el mundo, entre los que están la torre Eiffel y la Estatua de la Libertad, y sólo la catalana Farga de Ripoll en España.

Según informa el Gobierno Vasco en un comunicado, la organización internacional ha valorado en concreto la contribución de la histórica ferrería de Legazpi a la hora de "dar trabajo y sustento económico" a lo largo de cinco siglos al Valle del Hierro, "motor económico de Legazpi y Euskadi".

Situada dentro del parque de Mirandaola, la ferrería es la única que se conserva de las siete que había en la localidad guipuzcoana en el siglo XV y, aunque cerró sus instalaciones en el siglo XIX, fue restaurada en 1952 gracias al mecenazgo de Patricio Echeverría y su esposa, Teresa Aguirrre.

Urkullu ha destacado la importancia del hierro como "uno de los elementos que ha modelado" la historia de Euskadi a lo largo de los siglos y que ha "enseñado" a los vascos a "producir e innovar", así como a "viajar y comerciar".

"La producción, la innovación o la apertura al mundo -ha dicho- forman parte de la personalidad de nuestro pueblo, gracias, en parte, a la cultura del hierro".

El lehendakari ha agradecido a la familia Echeverría su apuesta por rehabilitar Mirandaola y ha recordado también que el escultor Eduardo Chillida dedicó buena parte de su obra a "elogiar el hierro".

Con la concesión de este premio, Urkullu ha considerado que además se pone en valor el patrimonio histórico y cultural vasco, con cuya protección las instituciones de Euskadi han adoptado "un compromiso continuado".