donostia - Los cambios son claros, también a la hora de rascarse el bolsillo en enero. Así lo constata Ángel Martínez, de la carnicería Endika de la calle Egia, en Donostia. "Quizá este mes se vende algo más de pollo y pavo, poca cosa, pero el consumo no baja con claridad hasta después de San Sebastián. Para nosotros febrero es un mes muy malo, es cuando la gente paga lo que se ha gastado en Navidad".

Por ello, de momento, no se nota aquella temida cuesta de enero, que llega con retraso. Además, en los comercios ya "hace tiempo" que se dejaron de recibir aquellos grandes pedidos de otra época. "Cada vez más se piden más solomillos, chuletas y similares, que se pueden hacer a la plancha. Se buscan alimentos que tengan menos grasa y ya recibimos pocos pedidos de cordero o cochinillo", explica Martínez.

En consecuencia, añade, tampoco es tan claro el esfuerzo posterior en materia de dieta porque la clientela ya ha huido de los excesos, tanto para el bolsillo como para el estómago.

En similares términos se expresa Arantxa Gracia, de la pescadería Charo, de la también donostiarra calle Virgen del Carmen. "Después de las fiestas quizá se pide algo más de pescado blanco para limpiar un poco el cuerpo, pero no se nota tanto como antes", señala. "Se vuelve a la normalidad y lo que es clara es la bajada en el consumo de marisco", destaca.

Pero, en el caso del pescado, el consumidor tiene que seguir mirando al bolsillo porque los días inmediatos al fin de las fiestas "sigue muy caro", a consecuencia del amarre de la flota durante las navidades.

También en las pescaderías en las semanas iniciales de enero "se trabaja con normalidad" y quizá se nota un descenso a finales de este mes ya que, en el caso de Donostia, la festividad de San Sebastián se celebra "más en restaurantes que en casa y no tenemos tanta venta como en Navidad". - A.L.