Iraitz Astarloa

donostia - Ni la intensa lluvia y el frío de noviembre propicios para adquirir ropa de abrigo de nueva temporada, ni los soleados días de las últimas semanas de diciembre que han echado a la gente a la calle, ni las promociones fuera de temporada que invitan a la compra... la temporada de invierno ha sido "difícil", "inestable", y "con muchos altibajos" y solo las compras de Navidad han conseguido que el pequeño comercio salve la papeleta de su campaña más importante. Cierran así una nueva temporada marcada por la incertidumbre, una situación que se viene repitiendo desde el estallido de la crisis económica en 2008 y que las pequeñas firmas continúan padeciendo. De hecho, al pequeño comercio ni siquiera le queda el consuelo de las rebajas, ya que desde que se liberalizara el periodo de descuentos en 2012, les resulta imposible competir con las grandes multinacionales, cuyas ofertas se repiten mes a mes.

Este periódico ha contrastado la situación que padecen los comerciantes en Gipuzkoa y todos coinciden en señalar en que 2019 no ha mejorado las cifras de 2018, aunque existen matices dentro del propio territorio. El principal, el factor turístico, que permite al pequeño comercio donostiarra contar con un plus de actividad con el que no cuentan establecimientos de otros municipios, principalmente del interior. "La campaña de invierno ha sido más floja que la del año pasado, pero se salvará gracias a las compras de Navidad, y a que ha habido mucho turista, principalmente francés pero no únicamente", señala Iñigo García, gerente de San Sebastian Shops, una de las asociaciones de comerciantes de la capital guipuzcoana.

De hecho, en estas últimas horas, las tiendas aprovechan el tirón del Día de Reyes para tratar de cerrar la temporada con el balance más positivo posible. "El Día de Reyes mueve mucho y hay quien el domingo -por hoy- abrirá, al menos por la mañana, para aprovechar las últimas ventas", indica García.

La meteorología también parece haberse aliado con los comerciantes. "Es verdad que en noviembre hizo muy mal tiempo y que se veía muy poca gente en la calle, pero la que estaba entraba a comprar. Ese mal tiempo ayuda en la venta de artículos de invierno, porque a veces el buen tiempo se alarga y es difícil sacar esos artículos", apunta el gerente de San Sebastian Shops.

Vanessa Torre, de la asociación de comerciantes de Eibar, no termina de estar de acuerdo con esta afirmación. "Con esto del tiempo, nunca se sabe si lo que nos interesa es que haga bueno o malo", confiesa Torre, que reconoce que ha sido un año "difícil, con días en los que vendes un montón y otros en los que no te entra nadie". "En ventas habrá sido similar que en 2018, pero mucho más inestable", matiza Torre, que regenta la tienda de regalos Burbujas y más.

Por ello, el empujón de Navidad siempre es bienvenido, aunque según Torre "hay quien dice que esto ya no es lo que era".

En Urola Garaia, la asociación Bi-tartean constata que las ventas de 2019 "han mantenido" el nivel del año anterior, aunque reconoce que hay incertidumbre en torno al futuro. "No sabemos cuál va a ser la tendencia", apunta María Pavón. Esta situación ha provocado que el pequeño comercio lleve desde hace algunos años apostando por hacerse un hueco en la red, un espacio en el que es muy complicado competir con las grandes multinacionales pero que permite mejorar la visibilidad de los establecimientos. "Estamos viendo que mucha gente ha abierto páginas web, que se han lanzado a las ventas online, que se publicitan mucho más en las redes sociales, sobre todo todas las ofertas y descuentos que tienen", explica Pavón.

Pero además de la estrategia digital, los establecimientos de la comarca cuentan con otro factor que les favorece como negocio. "Tenemos una cosa buena con respecto al resto de las comarcas y es que tenemos Donostia, Bilbao y Vitoria a una hora de distancia. Eso ayuda a que mucha gente compre en su municipio y que crea una especie de efecto invernadero que los pequeños comercios notamos mucho", relata esta representante de la asociación Bi-tartean.

Karmele Zabaleta, presidenta de la asociación de comerciantes de Azpeitia, no duda en tildar la temporada de "mediocre", aunque la situación "ha remontado" gracias a las ventas del Día de Reyes. "Estos días estamos vendiendo muy bien, pero la campaña ha sido floja y las ventas de Navidad también", apunta.

Esta comerciante, que está al frente de la tienda Koket, es consciente de que competir con las grandes multinacionales "es imposible", por eso aboga porque los pequeños comerciantes exploten las virtudes que les hacen diferentes.

"Estamos en un momento transitorio para definir nuestro propio modelo, pero tenemos que diferenciarnos mediante el servicio, la cercanía y ofrecer un producto de calidad. Tenemos que hacer ver a nuestros vecinos que si seguimos así no solo se van a perder empleos, sino que nuestras calles y nuestros pueblos se van a quedar vacíos, sin vida", considera.

cambiar el modelo de consumo Además, Zabaleta también emplaza al cliente a reflexionar: "Los comportamientos de consumo han cambiado mucho por el poder de las grandes multinacionales y el aumento de las ventas online. Creo que todos tenemos que hacer una reflexión y, ahora que se habla tanto del cambio climático, volver al modelo de antes y consumiendo menos pero de mejor calidad".

Y esta reflexión puede comenzar a aplicarse desde este martes, cuando las rebajas comenzarán a ser generalizadas en todos los comercios. "La liberalización de las rebajas ni es justa, ni es sostenible, ni nada. Se deberían volver a regular porque así nos resulta imposible competir", se quejó Zabaleta.

El resto de comerciantes hace extensible esta denuncia. "¿Rebajas? Estamos todo el día en la rueda de los descuentos. Las grandes cadenas traen suministro cada quince días o tres semanas y aparecen con el Black Friday o el Midd Season. La gente ya no compra si no está rebajado", expone Torre.

Pavón lo tiene claro: "Para nosotros la temporada de rebajas es muy importante porque nos permite subsistir el resto del año. El pequeño comercio no se puede permitir empezar las rebajas antes del día 7 y, en ese sentido, las grandes multinacionales juegan en otra liga". "A nosotros, que haya rebajas fuera de temporada nos hace mucho daño", asegura.

La situación se repite en la capital. "Las rebajas se han desvirtuado por completo. Ya no existe esa locura de ir a comprar el día 7", señala García.