Tras el traslado al Ministerio de Política Territorial que lidera Isabel Rodríguez de propuestas concretas para la transferencia a Euskadi de las competencias de meteorología, gestión del litoral, fondo de protección a la cinematografía e inmigración, la consejería de Autogobierno y Gobernanza Pública dirigida por Olatz Garamendi acaba de hacer lo propio con Salvamento Marítimo. El objetivo indisimulado es contribuir a acelerar un calendario de traspasos que, más que renqueante, empieza a dar muestras de una parálisis casi absoluta.

Los compromisos adquiridos y el calendario son tozudos, y ambos apremian al Gobierno de Pedro Sánchez. Quedan una treintena de traspasos del Estatuto por completar, así como un año y medio de legislatura para el líder del PSOE, si acaba cumpliendo su promesa mil veces repetida de que concluirá su mandato. Garamendi puso voz ayer a las urgencias del Ejecutivo vasco y calificó de “inaceptable” que sus peticiones más recientes a Moncloa no hayan obtenido “ni siquiera respuesta”. Advirtió por ello de que “actualizar el Estatuto y no culminar transferencias puede suponer que el Estado ocupe el espacio competencial” que corresponde a Euskadi.

La consejera insistió, en una entrevista en ETB-1, en denunciar que en los últimos años ha percibido un aumento del “impulso recentralizador del Estado español” a través de leyes estatales “invasivas o del recurso a la judicialización” de las normas vascas. Reprochó a su vez que no haya habido “ningún avance” desde hace tiempo en el traspaso de materias pendientes, y lamentó que “el Gobierno español ni siquiera haya respondido a las propuestas de transferencias enviadas” desde el Gobierno Vasco. “Estamos hablando del Estatuto de Gernika, una ley orgánica, y del cumplimiento de las transferencias de materias que nos corresponden”, reprochó.

El gabinete de Sánchez está incurriendo, por tanto, en un incumplimiento en toda regla, toda vez que el calendario de transferencias acordado ha visto superados todos sus plazos. Como ejemplo, el estudio sobre la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, que aparece como último punto y que debía estar listo el pasado mayo, sigue pendiente. El bloque de traspasos inmediatamente anterior expiró en octubre de 2021.

Ya sea porque desde el lado del PSOE se ha optado por dejar que pasen las elecciones en Andalucía, o por un bloqueo administrativo en los ministerios implicados, lo cierto es que parece que a Olatz Garamendi no le faltan motivos para poner el grito en el cielo. Pese a ello, el Gobierno Vasco ha optado por ser “proactivo”, y en este contexto la titular vasca de Autogobierno y Gobernanza Pública desveló el envío al Ministerio de Política Territorial, ayer mismo, de otra propuesta de transferencia, en concreto la de Salvamento Marítimo.

Se trata del quinto planteamiento de este tipo llevado a cabo por el Ejecutivo vasco en los últimos tiempos. Según Garamendi, “no hay excusa ni justificación para esta dilación y falta de respuesta, están en deuda con el Gobierno Vasco y con la sociedad vasca”. En su entrevista televisiva, confirmó que seguirá trasladando sus propuestas. “Vamos a poner sobre la mesa todas las competencias que nos corresponden para ir abriendo camino en la negociación y dejarlo todo a punto”, zanjó.

En el paquete de traspasos pendientes que está ahora mismo sobre la mesa, los más relevantes son los de trenes de cercanías, ordenación del litoral e inmigración. Este último es especialmente complejo por factores externos como la reforma de Extranjería en la que trabaja el Gobierno español y por la situación de inestabilidad en la que se encuentra sumido el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que dirige José Luis Escrivá, que esta misma semana ha visto cómo han dimitido sus dos secretarios de Estado. Una zozobra sobrevenida en un departamento que no tiene tradición de poner las cosas fáciles, como se pudo comprobar durante la negociación del IMV.

Impulso político

En esta misma cuestión terció el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que recordó que fue el propio Gobierno de Sánchez el que “aceptó, asumió y reivindicó” la lista de competencias que se debían transferir a Euskadi, y que por tanto adquirió “un compromiso público con la sociedad vasca”. “Es el propio Gobierno el que no está cumpliendo el compromiso, y si ahora tiene dificultades para hacerlo, también las conocería al principio, por lo que no se puede decir que ha descubierto ahora algunos aspectos que pueden ser difíciles”, señaló.

En declaraciones a Euskadi Irratia, lamentó que “falta impulso político” para poder materializar las transferencias pendientes y “superar las resistencias burocráticas que puede haber y que suele haber”. En este sentido, advirtió de que, si el Ejecutivo español alega que “aún está estudiando” dichas competencias, “eso significa que ni siquiera tienen claro que tienen que hacer las transferencias”. “Si lo están estudiando, puede ser que en algún caso pongan en duda que deban hacer la propia transferencia, y eso es lo que más nos preocupa”, insistió.

En todo caso, Josu Erkoreka subrayó que “el retroceso está ahí”, que “los meses pasan”, y que “está claro que no vemos avances y que el que no está cumpliendo su palabra es el Gobierno central, porque está abandonando y no cumpliendo su compromiso”, concluyó.