- El magistrado de la Audiencia Nacional Joaquín Delgado, miembro del tribunal que juzgará al expresidente valenciano Francisco Camps por el casoGürtel, ha rechazado apartarse del juicio y ha criticado que se dude de su imparcialidad por haber ocupado puestos “de naturaleza técnica y de gestión” con Gobiernos del PP.

“Para un espectador objetivo, no desaparece la apariencia de imparcialidad por haber desarrollado funciones de naturaleza técnica y de gestión, sin ningún componente político, y siempre en directa relación con el sistema de justicia”, reivindica Delgado en el informe en el que se opone a la recusación planteada contra él por una acusación de esta rama del casoGürtel.

Varias exdiputadas valencianas socialistas invocaron las “serias dudas” de la “apariencia de imparcialidad” de este magistrado al haber ocupado cargos en la Administración cuando gobernaba el PP, como el de director general de Relaciones con la Administración de Justicia entre 2016 y 2018, con Rafael Catalá como ministro de Justicia. Por su parte, la Fiscalía Anticorrupción apoyó admitir a trámite el incidente de recusación.

En su informe, el magistrado reivindica que ninguno de los puestos que ha ocupado tenían “componente político” y rechaza que la apariencia de imparcialidad de un juez se extienda “hasta extremos” que le impidan intervenir “desde el punto de vista técnico” en actividades destinadas a mejorar la calidad y eficacia del sistema judicial y la gestión de los medios de la Administración. Por ello concluye que “no concurren las causas de recusación formuladas”.

Joaquín Delgado hace un repaso de su trayectoria y afirma que, en su primera etapa en el Ministerio de Justicia, no ocupó ningún alto cargo, sino que desarrolló funciones en comisión de servicios “sin ninguna capacidad decisoria” y, según contempla la ley, para aportar su experiencia en “labores de gestión y modernización del sistema de justicia”.