- El Parlamento Vasco rechazó ayer el apoyo del presidente español a la propuesta marroquí de solucionar el conflicto del Sáhara dotándole de un mero estatus autonómico y le instó a dar marcha atrás para volver a defender que es a los saharauis a quienes corresponde decidir su futuro político en los términos recogidos “en el derecho internacional y las resoluciones de la ONU” cumpliendo así con la “responsabilidad” que el Estado español tiene en este conflicto.

Lo hizo aprobando un texto pactado por PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos que apoyó también el PP. No lo hizo el PSE, que rompió la unidad que hasta ahora había mostrado ante esta cuestión la Cámara vasca quedándose solo en su defensa de una decisión de su jefe de filas, Pedro Sánchez, que las demás fuerzas y los propios representantes saharauis presentes ayer en el Pleno criticaron como un volantazo unilateral.

La polémica estalló cuando a mediados de marzo se hizo pública una carta de Sánchez al rey marroquí en la que el dirigente socialista asumía la propuesta de crear una autonomía para el Sáhara Occidental como la “base más seria, realista y creíble para la resolución de la disputa”.

Frente a esta situación, el texto aprobado ayer subraya que “resulta imprescindible una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas, en el marco de los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas”, y apela a la responsabilidad de todas las partes para la búsqueda de una solución “que respete un principio básico como es el derecho de la libre autodeterminación del pueblo saharaui”.

La propuesta de Marruecos “no es el camino” porque “ni el Gobierno español ni el marroquí deben decidir sobre el futuro del pueblo saharaui”, sino que “son ellos quienes deben decidir libremente”, defendió desde la tribuna la parlamentaria del PNV Maitane Ipiñazar, quien reclamó que se reanude el proceso político de negociación entre ambas partes.

“¿Por qué ha cambiado de manera unilateral la posición? ¿A cambio de qué? ¿Qué es tan importante para traicionar la confianza del pueblo saharaui?”, se preguntó desde EH Bildu Josu Estarrona, que acusó a los socialistas de abandonar un consenso “mayoritario como pocos” alumbrando una “injusticia” basada en una “chapuza política y diplomática”.

El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU Iñigo Martínez volvió a subrayar que Sánchez tomó esta decisión “de espaldas a su propio Gobierno y al Congreso”. La decisión de asumir los postulados marroquíes es “única y exclusivamente del presidente y del PSOE”, subrayó, antes de calificarla como “una irresponsabilidad”.

Y de igual forma Carmelo Barrio (PP) subrayó que la carta de Sánchez “anuncia una posición personal que nunca puede ser considerada como una posición del Reino de España”.

Ante semejante chaparrón, Txarli Prieto afrontó la difícil tarea de defender la postura socialista. Y a diferencia de lo que han hecho otros compañeros de partido que rechazaron este giro -como la presidenta de Canarias, la ejecutiva del PSE de Eibar o el propio Odon Elorza desde el Congreso- Prieto alineó al grupo parlamentario del PSE tras Sánchez y se aprestó a arremeter contra el resto de los grupos acusándoles de “exagerar” sus críticas solo para dañar a su partido.

Prieto defendió que “la resolución que tiene más valor institucional y político para los socialistas” sigue siendo la que plantea “la organización de un referéndum de libre determinación”. Pero, dado que “el conflicto está bloqueado”, pidió que haya “renuncias” para hallar una salida pragmática; un argumento que soliviantó a parte de la Cámara.

“En los últimos años, las relaciones España-Marruecos no han funcionado de la mejor manera. España tiene serios problemas que el Gobierno tiene el deber de resolver”. “La determinación es patrimonio universal, la tiene el Frente Polisario para defender sus posiciones políticas, y la tiene el Gobierno de España para defender las suyas”, remachó.

“Malabares”

Como resultado de este debate, y tal y como ya ocurriera el pasado día 7 en el Congreso, donde el PSOE fue el único que votó en contra de la iniciativa para apoyar el derecho de los saharauis a decidir su propio futuro y en contra del giro de Sánchez hacia las posturas de Marruecos, el PSE se quedó ayer sólo en el Parlamento Vasco en una votación tras la que el delegado en Euskadi del Frente Polisario, Mohamed Limam, criticó amargamente su postura. Respaldado por la importante delegación de compatriotas que siguió el debate tanto desde el salón de plenos como desde el exterior de la Cámara, el líder saharaui agradeció al Parlamento Vasco el apoyo que siempre ha dado a su pueblo. Por contra, criticó que Sánchez haya tomado personalmente una decisión que muchos constitucionalistas subrayan que corresponde al Gobierno y no sólo al presidente, al que acusó de “dar al traste con 46 años de consenso”. En este sentido, recordó que al igual que Gernika se resiste a olvidar el bombardeo fascista que sufrió hace 85 años, el Sáhara combate también el olvido de los derechos de su pueblo, y lamentó haber tenido que ver al socialismo vasco haciendo “malabares semánticos” para explicar un “volantazo” que “rompe la unidad” en la defensa de estos.