- El último estudio del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, el CIS catalán, revela que el 48% de los catalanes rechaza que Catalunya se convierta en un estado independiente, mientras que el 44% sí que lo respaldaría, estrechándose ligeramente la distancia; mientras que el 81% de los encuestados está a favor de decidir su futuro como país en un referéndum frente a un 15% que está en contra. En cuanto a las actitudes ante la independencia se refleja un apoyo mayoritario, tanto en el bloque soberanista como en el constitucionalista, a favor de resolver el conflicto a través de “una vía pactada”. Sin ir más lejos, entre los favorables a la secesión, el 30% apuesta por la vía pactada y el 11% por la unilateral, una postura en la que se mueven incluso los seguidores de Junts, donde la confrontación unilateral representa al 37% frente al 57% que apela al consenso. Con todo, el 92% de los interpelados ve la independencia poco o nada probable en los próximos tres años, y el escenario que se ve más probable (con un 71%) es que se mantenga el mismo nivel de autogobierno que actualmente.

En cuanto a una hipotética cita con las urnas, PSC y ERC toman ventaja flirteando con otro empate, mientras que JxCat se despeñaría por un aumento de la participación estimado en 450.000 personas y su dificultad por atraer a los abstencionistas. Los socialistas se moverían en una horquilla entre 34 y 39 escaños, y los republicanos entre 33 y 38 representantes, mientras que los posconvergentes retrocederían a entre 23 y 28. Ciudadanos podría desaparecer de la Cámara catalana, al situarse en una horquilla entre 0 y 4 escaños, mientras que el PP doblaría su representación, con entre 6 y 8 diputados. Vox (9-12) y la CUP (8-11) siguen muy movilizados, y En Comú Podem sacaría entre 6 y 10.

Si se celebrasen elecciones al Congreso, ERC obtendría entre 13 y 15 diputados, mientras que el PSC se situaría ligeramente por debajo (12-15 representantes), con JxCat también como tercera fuerza (6-9), y la CUP con entre 2 y 4 asientos.