- Las tensiones en el seno del Gobierno español y dentro de la coalición Unidas Podemos continúan con respecto al anuncio de la semana pasada de Pedro Sánchez de enviar directamente armas a Ucrania. Con Yolanda Díaz y su entorno defendiendo esta decisión pese a las críticas de Ione Belarra e Irene Montero, ayer los morados trataron de rebajar la tensión con respecto a sus socios del PSOE. Así, en Podemos negaron que Belarra se refiriera el domingo a los socialistas cuando habló de “partidos de la guerra”, aunque siguen en la línea de lamentar un “fervor belicista” en las instituciones europeas.

De esta manera, la portavoz de la Ejecutiva de Podemos, Isa Serra, aseguró que su partido no va a salir del gabinete de Sánchez pese a las diferencias sobre el envío de armas a Ucrania. En rueda de prensa, Serra garantizó además que el presidente socialista puede contar con el espacio confederal morado dentro del Gobierno español, aunque no “piensen igual”.

De hecho, detalló que seguirán defendiendo su rechazo a la estrategia de la Unión Europea sobre el envío de material ofensivo a la resistencia ucraniana y reivindicar más peso a las vías diplomáticas. También resaltó Isa Serra que aunque es el socio minoritario del Ejecutivo, su presencia garantiza más ambición en las políticas de Moncloa, como en la subida del salario mínimo interprofesional, la Ley de Vivienda o los mecanismos de protección de los ERTE.

En cualquier caso, y preguntada sobre qué esperan de la visita que hoy hará Sánchez a la presencia avanzada de la OTAN en Letonia, la dirigente de Podemos dijo que ahondar en la vía diplomática y no ahondar la “escalada bélica” será positivo, pues lo contrario no serían buenas noticias.

En cuanto a las palabras de Belarra al cargar contra los “partidos de la guerra”, defendió que aludía al “fervor belicista” que impera en la derecha para que se tome la “escalada bélica” en el conflicto y aludir a la “presión enorme” dentro de la UE por esta vía. Serra negó así que dichas declaraciones estuvieran dirigidas a sus socios del PSOE.

Por su parte, el PSOE asegura que dentro del Gobierno de coalición no hay tensión sino unidad ante la guerra de Ucrania, y considera que las únicas discrepancias están dentro de Podemos ya que “todos los ministros y ministras tienen claro que la política exterior la dirige el presidente del Gobierno”.

De esta forma el portavoz de la Ejecutiva de Ferraz, Felipe Sicilia, quiso zanjar las declaraciones polémica de Ione Belarra.

Sicilia evitó sin embargo desvelar si en las últimas horas había habido contactos con Podemos ante las declaraciones de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. En cualquier caso, reiteró que “no hay tema” porque no hay discrepancias dentro del Ejecutivo.

“No hay tensión en el Gobierno, puede haber discrepancias dentro de la coalición de Podemos pero no en el Gobierno”, insistió tras indicar varias veces que “el Gobierno esta fuerte, estable, unido y es sólido”.

Más allá, ayer se pronunció también sobre la polémica la ministra de Defensa, Margarita Robles, que aseguró que es Unidas Podemos quien debe valorar si sus ministras Ione Belarra e Irene Montero siguen en el Gobierno español después de su posicionamiento sobre la guerra en Ucrania. Además, añadió que “el único señor de la guerra es Vladímir Putin”.

En una entrevista en La Sexta, Robles situó esos “sorprendentes discursos” en clave interna de Podemos. Pero advirtió de que “sobrecoge a todos” que en estas circunstancias pueda haber alguien que pueda estar dedicando su tiempo a cuestiones internas.

Ve “inadmisible” su postura. Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer a Pedro Sánchez que cese a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. “Lo que está ocurriendo en el Gobierno, y lo hemos visto otra vez con las manifestaciones de una ministra de ese Gobierno, auspiciada y aplaudida por otra ministra de ese mismo Gobierno, y con la ambivalencia de una vicepresidenta y de otro ministro de ese mismo Gobierno; es completamente inadmisible”, dijo el presidente de la Xunta. “Un presidente del Gobierno no puede aceptar que una parte de su gabinete califique al partido mayoritario del Gobierno como un partido de guerra”, añadió.